El caso de la niña cristiana paquistaní encarcelada por supuesta blasfemia ha dado un giro inesperado. El imán que provocó su detención ha sido a su vez detenido por haber falseado las pruebas.
Todo comenzó el pasado 18 de agosto, cuando Rimsha Masih, una niña de 14 años con deficiencia mental, fue encarcelada por quemar supuestamente unas páginas del Corán. Luego se ha sabido que fue el propio imán quien añadió las hojas del libro sagrado a otras que había quemado la niña, para que fuera arrestada. Según varios testigos, que recriminaron al imán por lo que estaba haciendo, éste respondió: “es la única forma de expulsar a los cristianos del barrio”.
En realidad, Rimsham, que lleva dos semanas encarcelada, sólo buscaba combustible para su hogar y quemó un manual para aprender el Corán por puro desconocimiento. El caso ha provocado una gran polémica en Pakistán y protestas de grupos de derechos humanos y organizaciones religiosas moderadas.
En Mehrabadi, el suburbio de Islamabad donde vive la niña, las relaciones entre cristianos y musulmanes eran malas desde hace meses, pero ahora cientos de familias cristianas han huido por temor a represalias de radicales islámicos.
