Oziel Salinas H.
Al Parecer, lo sucedido el pasado 1 de Diciembre terminará en una nueva representación de impunidad, ésta vez mayormente condenable, puesto que se basa en el temor de unas medrosas autoridades capitalinas que no quieren caer en la descalificación de parte de fuerzas políticas que llevaron a Miguel Mancera a la jefatura de Gobierno capitalina.
Las fotos y grabaciones que vieron quienes estaban a cargo de castigar a los vándalos detenidos en flagrancia, resultaron descalificados por la juez encargada del caso.
Nos comunicaron, primero, que había 105 detenidos “en flagrancia”; por principio, algunos fueron liberados; se consignó a 69, quienes fueron mandados a prisión en espera de la resolución judicial.
Ahora resulta que sólo 13 serán condenados por delitos menores, lo que les dará oportunidad de salir bajo fianza.
Total; nadie permanecerá en la cárcel; aquél alarde de fuerza mostrada por el incapaz Procurador de Marcelo Ebrard, así como el aval del pasado Jefe de Gobierno, nos muestran ese miedo de aplicar la justicia ante los depredadores de la ciudad.
Resulta que todo lo que presenciamos por TV era una ficción; nadie será encarcelado por los actos de vandalismo que presenciamos; se trató – quizá – de una acción concertada.
Aquellas escenas que nos mostraron cientos de fotos y filmaciones de canales televisivos y celulares de particulares, quedarán sin efecto; las depravaciones, los desmanes, el excesivo vandalismo, la destrucción de comercios y fachadas de edificios, todo, quedará impune; los casi cien millones de pesos en daños ¿quién los resarcirá? Al parecer, nadie.
Tal decisión es muestran de cobardía, no sólo de parte del antecesor de Mancera, sino de éste, quien, hasta el momento no ha mostrado desaprobación por ésta resolución judicial.
Veo un tremendo temor de involucrase en un problema político.
Una autoridad que teme, deja de serlo.
Entonces; lo que vimos ¿Fue sólo nuestra imaginación?¿No hubo culpables? ¿Se trató de un montaje? ¿No vieron el lanzamiento de bombas molotov contra elementos del orden?
¿Seguiremos siendo testigos de impunidad?
¿Dónde quedará la obligación de resguardar, preservar la paz en la capital?
Las izquierdas empiezan a mostrar temor hacia ciertas fuerzas que contiene entre sus seguidores, que los vuelve timoratos.
Izquierdas temerosas, ausentes de autoridad, proclives al chantaje.
Tras éste pecado político capital, cometido por las autoridades del D, F, ahora a cargo de Miguel Mancera, nos hacen augurar malos tiempos; están perdiendo una valiosísima oportunidad de mostrar inteligencia y – sobre todo – congruencia., al no actuar como se debe ante los vándalos.
¿Cuándo llegará el esperado, el soñado imperio de la Ley?
