Por: Omar Elí RoblesHace algunos meses… años breves, quizá dos o tres, uno pensaba en el 2015 e deseaba que el siguiente Gobernador tuviera una característica inflamable: Tanates.
Que le entrara con cojones a la lucha contra la inseguridad.
Así fue que Mauricio Fernández se convirtió en leyenda, porque nos hizo saber que a él le interesaba más la seguridad de sus ciudadanos que el cumplir con leyes y reglamentos.
Por eso se le aplaudió cuando se deslizó la posibilidad de que él estuviese acabando con maleantes a través de un mítico grupo rudo.
En ese mismo tenor, Jaime Rodríguez, alcalde en García, se convirtió en El Bronco… o mejor dicho, volvió a ser El Bronco.
El hombre que enfrentaba con vigor y gallardía los ataques de los criminales y regresaba herido a salvar a sus guardaespaldas.
Pero de repente… o no, de repente no… poco a poco la inseguridad fue cediendo.
Hoy en día, los escenarios han cambiado.
La gente anda otra vez en las calles, confiada… los sucesos de violencia se dan espaciados en la periferia.
Se controlan sectores que estaban en manos del crimen.
Sí… el 2015 empieza a cambiar.
Jaime Rodríguez palidece, porque parece que para entonces el desafío no será darse de cachetadas con los criminales, sino torear la crisis financiera.
Se necesitará un genio de las finanzas…
Mauricio sigue y seguirá de pie, pero es obvio que su mayor virtud pudiera convertirse en su peor defecto.
El mundo gira… y las necesidades sociales con él.
