Por: El Chef
Menudo escándalo se armó hace ratito en el Congreso del Estado, luego de que en la oficina del diputado independiente por el séptimo distrito, Erick Godar Ureña Frausto, el legislador se puso a arrancar las persianas…
Resulta que Ureña Frausto, quien en las pasadas elecciones de hace tres años perdió de calle pero en los pasados comicios de julio se pudo colar por representación proporcional, es decir, como diputado plurinominal, quiere que le remodelen, por cuenta del Congreso su oficina, lo cual no está mal.
Lo que está mal, es que a sabiendas de que hay muebles nuevecitos embodegados, se puso a exigir que no, que le compren mobiliario nuevo, aparte de que le construyan una cocineta y un baño privados.
El escándalo de esta tarde llegó hasta oídos de la gente que estaba en la sala de abajo del edificio de Zaragoza y Matamoros porque, aunque Godar no levantó la voz, aparte de las persianas arrancadas por él mismo, se puso a romper unas sillas que tenía en la oficina.
Ureña Frausto no hace gracias. Es coordinador y pleno de su bancada que encabeza él mismo y él solo, porque hay que recordar que aunque llegó a la curul por el PRD renunció a su partido.
A lo mejor por eso es que se quiere dar el lujo, y así lo exigió, de que le compren una mesa de juntas de modelo “contemporáneo”, de las caras y un sillón estilo “búho”, aparte de un descanset “imperial” de esos que llegan a los 30 mil pesos en cierta mueblería de lujo, porque a lo mejor no le llena descansar en el cómodo sillón que tiene en el pleno.
