Hace poco más de un año, para ser exactos el cuatro de abril del 2012 los Rayados de Monterrey firmaron un empate en Ciudad Universitaria de uno por uno ante Pumas para sellar su pase a la final de la Liga de Campeones de la Concacaf. En aquella ocasión los regios parecían imbatibles en el torneo continental ya que habían logrado 12 puntos en su grupo y habían ganado los cuartos de final ante Morelia, todo para llegar a la final frente al Santos Laguna.
La historia parece repetirse… los albiazules lograron 12 puntos en su grupo, avanzaron sin problemas los cuartos de final frente al Xelajú y ayer en el estadio Tecnológico culminaron el buen trabajo hecho en Los Ángeles para eliminar al Galaxy norteamericano con un marcador global de 3 a 1 y avanzar a la gran final de la »Concachampions» nuevamente frente a los laguneros.
Ayer por la noche los regios saltaron a la cancha con Juan de Dios Ibarra en el arco, una linea de cuatro defensores con José María Basanta e Hiram Mier en la central y Severo Meza y Darwin Chávez por las laterales (Ricardo Osorio no participó por presentar un cuadro de fiebre), en la contención Walter Ayoví y Jesús Zavala, por lo extremos Neri Cardozo y »Chelito» Delgado y la dupla explosiva fue protagonizada por Aldo De Nigris y el »Chupete» Suazo.
El partido comenzó reñido y ríspido, muchas faltas en el medio campo sin que »la raya» o los »gringos» se hicieran de la pelota, un duro inicio para Ayoví y Zavala que no pudieron mostrar su buen pie frente a los contenciones rivales: Fazzio y Juninho quienes apretaron bien la salida y generaron una primera parte de pelotazos y juego cortado.
Los minutos transcurrieron sin opciones claras y un sin numero de faltas, principalmente del Galaxy aunque cabe resaltar cierto favoritismo por parte del arbitro panameño Roberto Moreno a los regios al señalar las infracciones . El partido se iba sin pena ni gloria cuando De Nigris tuvo una clara oportunidad al irse mano a mano con el defensa Leandro y disparar desviado de la meta del arquero italiano Cudicini. La primera mitad termino con dos ocasiones más de peligro a favor de Monterrey por una del Galaxy en la que Ibarra respondió bien a un disparo de A.G. González.
La segunda parte prometía no sólo porque el Galaxy tendría que arriesgar también porque Rayados empezaba a descifrar la manera de hacer más daño a los norteamericanos: las laterales. Con múltiples arribos de Severo Meza y Darwin Chávez »la raya» comenzaba a marcar diferencias sólo que fallaban en el último toque, muchos pases hacia Aldo y »Chupete» eran interceptados por la defensa desesperando al público local que añoraba el gol de su equipo.
Pasaban los minutos y el tiempo se agotaba resultaba increíble ver a un Galaxy que no arriesgaba que no se mataba por atacar que seguía con sus cuatro defensores atrás. Bruce Arenas no supo variar su estrategia y nos presento a un equipo temeroso y limitado en la delantera al colocar a un »descanchado» Landon Donovan y sacar del once titular a Mike Magee quien causo dolor de cabeza en la ida a Severo Meza. Los americanos vinieron a esperar el error y no buscar el acierto, ese limitado pensamiento fue la clave de la derrota norteamericana.
Al minuto ochenta llegó la recompensa a la paciencia: el gol de Aldo de Nigris sentenciaba la eliminatoria. Uno a cero en el »Tec», tres a uno en el marcador global. Los rayados parecen tener un romance con este torneo ya que jugarán su tercera final consecutiva, lo harán frente al Santos (la cuarta final entre ellos en cuatro años). La pregunta es: ¿Completaremos el Déjá vú ganándole a los laguneros?