Amanecemos con la noticia del fallecimiento de un regiomontano ilustre, don José Inés Cantú Venegas, el hombre cuya visión amplió el panorama gastronómico de nuestra tierra al instituir la carne asada con un estilo regio.
Don Inés fue quien puso de moda un corte que siempre ha existido, pero que no tenía gran demanda, la arrachera. En la década de los 80’s del siglo pasado, en su restaurante Regio logró darle identidad a ese y otros cortes de carne, agregando al recetario de nuestra tierra nuevos aportes más allá del cabrito y el machacado.
Hombre con visión y sobre todo perseverante, fue la punta de lanza de una gran cantidad de restaurantes especializados en carne asada que vinieron detrás del famoso Regio.
Lo recuerdo en una ocasión en la que después de un evento de la Universidad, un grupo de amigos fuimos a cenar. Ya era tarde cuando llegamos, pedimos los platillos y la plática se extendió; después de liquidar la cuenta muchas veces y pedir las clásicas rondas de “la última y nos vamos”, “la de la casa” y “la del estribo”, siempre hallábamos la manera de continuar con nuestra charla, de tal suerte que al final sólo nos acompañaban un mesero y el velador. De pronto apareció en la mesa don Inés y sin más preámbulo nos dijo: “Señores, se quedan en su casa, nosotros ya nos tenemos que retirar, pero les dejamos el bar abierto, hielo, vasos y refrescos, tomen lo que ustedes gusten que hoy son nuestros invitados; solo les pido que cuando se vayan le avisen al velador”.
Era don Inés el típico empresario regiomontano. Un hombre sencillo que gustaba de conocer y convivir con sus clientes, un padre, compañero y amigo para sus empleados, un ejemplo para estos tiempos en los que están de moda los emprendedores.
El tiempo pasa y poco a poco nos están dejando estos prohombres de nuestra metrópoli. Valdría la pena perpetuar su legado mediante diversas acciones a fin de que las nuevas generaciones conozcan, pero sobre todo aprendan, de la manera en que con visión y tenacidad, se puede tener éxito en los negocios y al mismo tiempo estar comprometidos con su comunidad.
¡Hasta siempre don Inés!