Conciudadanos que viven en las tamaleras tierras de Juárez, Nuevo León, inauguramos esta columna dedicada al alcalde traidor Rodolfo Ambriz, quien al parecer no ha dado el kilo ni el tino es la más conocida como villa de Juárez.
Que chuladas anda presumiendo el ingrato del alcalde… ahora resulta que ir al Charco Azul es seguro y muy familiar… ¡Cuernos que me meto ahí oiga! Porque si usted no lo sabe, yo se lo cuento:
En la zona donde está ubicado ese paraje natural, es la mera mata de los malandros de poca monta, que tienen la región al borde de la desaparición, y si no me cree, nomás dese una vueltecita, podrá encontrar decenas de quintas abandonadas, y no por gusto, los dueños no se atreven a ir ante el temor de ser confundidos y balaceados o peor aún, de ser secuestrados por unos cuantos pesos.
¿Quién se atreve a meterse a la boca del lobo? Pues nomas los residentes locales, que bien que mal ya conocen a quienes mandan por ahí.
Otra: diría un ecologista conocido, Juárez está creciendo a lo bruto, y la expresión no es para menos, hay tantos habitantes y tan pocos policías, que ni caso tiene llamarles, a fin de cuentas ni atienden, y si llegan es nomas pa’ ver a quien se chingan.
Por lo pronto señor alcalde tengo un montón de preguntas sobre tamalandia.
¿Qué fue de la colonia Villas de San Juan? Aquella que se llenó de posesionarios, y que la última vez que gente de Agua y Drenaje intentó hacer lo que le hace a cualquiera que no paga, se les fueron en bola y terminaron huyendo, donde por cierto se convirtió en un nido de pandilleros, gente que no paga servicios, donde se roban unos a otros y se matan también.
¿Cómo le va con los tránsitos? ¿Ya aprendieron a comportarse o siguen extorsionando bajo la más ridícula de las excusas?
De los servicios públicos ni le pregunto porque ya sé que hay decenas de colonias apagadas todas las noches, con montones de basura por recoger, Dios bendiga a los carretoneros, porque sin estos quien sabe como olería el municipio.
En fin señor alcalde, hay mucha tela de donde cortar, y antes de que se enoje recuerde que usted representa a un partido, que no es suyo, pero lo representa al fin, que no sabe lo que es tener las riendas de Juárez, y el pueblo ya está cansado de pan con lo mismo, así que póngase las pilas, y platicamos la próxima semana.