Madero, Francisco Indalecio, luchó por el sufragio efectivo y la no reelección, poco más de 100 años después, Madero, Gustavo, descendiente consanguíneo comete los mismos pecados que combatió su tío abuelo a Porfirio Díaz. Congela el proceso eleccionario del PAN con argucias legales. Alega falta de publicación en el Diario Oficial de la Federación de los nuevos documentos básicos del PAN. Vaya, en otro momento diríamos que dio un albazo, pero lo más cercano a lo que hizo fue un autogolpe, un autosecuestro partidista. Postergar la elección no abona al PAN, a Madero ni al país. Lo que está provocando es que lo saquen por la puerta de atrás. ¿Será que ya midió y sabe que no gana la elección interna? Corre el riesgo de que en un futuro cercano acompañe a Manuel Espino en el exilio albiazul.
