“Perro que come huevos, aunque le quemes el hocico”; “cría cuervos y te sacarán los ojos; “es como colocar alas a los alacranes”; son tres dichos mexicanos que caben muy bien en lo que está sucediendo en Oaxaca con los maestros de escuelas oficiales; sección 22 (CNTE) y sección 59 (SNTE); una orgía de presiones.
Decimos esto, por el alevoso asalto de las oficinas de la sección 59, donde irrumpieron más de 50 miembros de la sección 22; destrozaron el local, quemaron papelería, robaron más de un millón de pesos en efectivo, se llevaron escritorios, computadoras, sillones, etc.
Más tarde, haciendo alarde de su impunidad, anunciaron – en una conferencia de prensa dada por uno de los dirigentes de la Sección 22, Francisco Villalobos – que: “continuaremos éstos actos porque los maestros de la sección 59 nos quitan nuestras escuelas; si esto continúa, seguiremos haciéndolo y culparemos al Gobernador Cué de lo que ocurra” (sic).
El pecado de la sección 59 fue “atender al reclamo de los padres de familia, que nos llevó a dar clases a un Kinder, una primaria y una secundaria” dijo su dirigente estatal Joaquín Echeverría.
Villalobos (secc.22) agregó: “fue represalia de maestros de la sección 22“ (…….) “seguiremos haciéndolo; no permitiremos que se apropien de nuestras escuelas; ellos pertenecen a un sindicato charro y espurio; culparemos de lo que pase, al Gobernador Cué” (sic).
Por su parte Echeverría (Secc. 59) dijo: “culparemos al Gobernador Cué de lo que suceda”; éstas palabras las hizo después de presentar una queja ante la Procuraduría del Estado.
El Procurador Estatal, aseguró: “se están realizando pesquisas para ver quienes hicieron éste asalto; estamos iniciando una investigación y elaborando una averiguación previa por daños en propiedad ajena, asociación delictuosa, robo y vandalismo” (sic)
Eso se gana Gabino Cué por aceptar el apoyo de la gente de la sección 22 durante la elección que lo llevó a ocupar la Gubernatura a base de denigrar absurdamente a Ulises, su antecesor, a quien le cargaban todo estropicio de maestros.
Eran tiempos de ataque al Gobernador Ulises Ruiz; de echarle la culpa de todo lo malo que pasaba en Oaxaca; de ganar con su maldita coalición (PAN incluido); decían eufóricos: “todos vamos contra el PRI; hay qué terminar esa hegemonía que tiene décadas en el poder local” (sic).
Se trata de la misma gente que, según Cué, apoyaba la anterior Administración Estatal; crió cuervos que le hicieron nombrar en puestos estratégicos a gente de confianza de la sección 22; ahora paga sus consecuencias; ambos bandos magisteriales lo acusan; veremos si se salva de esto.