El 2013 ha sido un año lleno de dificultades, seguramente, sin embargo nos ha permitido salir vivos, con VIDA.
Ahora que no se nos vaya el tiempo de esa vida en asuntos que no valen la pena.
Nadie vino a este mundo a encerrarse en un lugar seguro, a lograr la aprobación de todos o a pasar el tiempo.
El tiempo es algo precioso y es un recurso no renovable.
Miremos atrás, solamente, para cerrar asuntos pendientes.
Debemos decir lo que callamos, hacernos cargo de los errores y ofrecer disculpas y dar las gracias por todo lo recibido, comprender lo no comprendido y dejar pasar lo que no fue.
Cerrar lo inconcluso es comenzar a hacer espacio para lo nuevo.
Es la única manera de que el pasado nos sea útil de verdad.
Que sepamos pedir ayuda cuando la necesitemos, para volver a pararnos sobre nuestros propios pies.
Dejarse ayudar es un buen antídoto contra la soberbia y la necedad.
Que sepamos ayudar a quien lo necesite, sin olvidarnos de nosotros pero sin perdernos en el otro, sin invadir ni manipular, sin generar codependencias, sin forcejear para que la gente cambie lo que no quiere o no puede cambiar.
Ayudar es un ejercicio de solidaridad inteligente, consciente de que hay trampas y tiene límites.
Debemos estar abiertos a encontrar verdaderos compañeros de vida, afines a nuestra más íntima esencia.
La vida es el arte del encuentro
No nos escondamos de la VIDA. Vivir vivo, es poco frecuente entre los humanos. Lo logran solo quienes pueden abrir su conciencia y su sensibilidad.
Seamos parte de aquellos que, más que celebrar un Año Nuevo, celebren, como nosotros, cada día un DÍA NUEVO intensamente vivos.
No estamos solos hay muchos otros que también quieren hacer del 2014 un verdadero Año Nuevo y es que hay un único tiempo para ello.
AHORA MISMO
Que Dios, el tuyo, siempre te acompañe y te de la luz para que alumbres todos tus días. Elije bien, para que se abra tu sensibilidad y florezca.