Pulcramente vestido, de traje gris sport y camisa blanca, el candidato independiente a la gubernatura de Tamaulipas, acude a la cita con la puntualidad de Lord Inglés. En uno de los salones de céntrico hotel en Monterrey, a las nueve de la mañana, ni un minuto mas ni un minuto menos, José Francisco Chavira Martínez se declara listo para ofrecer una conferencia de prensa en la que anuncia su autoexilio a Nuevo León por causa de la inseguridad galopante que se vive en su tierra.
Apenas tres días antes de arrancar campaña proselitista sus oficinas en Reynosa habían sido asaltadas por manos misteriosas que lograron sustraer documentos y equipo de cómputo.
Esta acción intimidatoria obligó al político tamaulipeco abandonar temporalmente su Estado.
El autor intelectual de aquel atropello, denunció Chavira, tiene nombre y apellido. Se trata del gobernador priista Egidio Torre Cantú quien, a menos de dos meses de las elecciones en Tamaulipas, se encuentra desesperado y nervioso ante el riesgo de que el PRI pierda por primera vez la supremacía en la entidad y se de paso a la alternancia.
Para el Gallo Independiente, ex preso político o de conciencia del actual gobierno, su postulación no ha sido fácil.
Tuvo que sortear el reto que le impusieron las autoridades electorales de juntar 80 mil firmas a fin de obtener el registro oficial.
Acostumbrado a no rendirse fue mas allá y recopiló 133 mil 600 rubricas las cuales dijo, se las revisaron hasta con lupa. “Solo faltó que les pidieran a los firmantes el acta de bautizo”. Comenta socarrón este hombre moreno, bajito y de hablar franco, sin cortapisas.
De 46 años de edad y nativo de Ciudad Mante, Francisco Chavira es un exitoso empresario del ramo educativo, propietario y rector de la Universidad del Norte, ahora dispuesto a hacer historia y acabar con la dictadura imperfecta que representan más de ocho décadas del PRI en el gobierno.
Para lograrlo tendrá que avanzar a contracorriente y recorrer una ruta electoral larga, sinuosa y minada de obstáculos llenos de peligro.
Ya en los primeros días de su cruzada proselitista en distintos actos irrumpieron sujetos fuertemente armados arrancaron mantas con su imagen y propuestas, hostigaron violentamente a sus simpatizantes y les quitaron la credencial de elector.
Bajo un escenario violento, donde los secuestros, el cobro de piso, las extorsiones, los ejecutados y las balaceras a todas horas son practica común, transcurren las campañas de los ocho aspirantes a la gubernatura de ese estado norteño que tendrá elecciones el próximo 5 de junio.
Los candidatos transitan bajo el fuego de los grupos del narcotráfico que se disputan la plaza y que están metidos hasta el tuétano en la política.
Para frenar el terror nada está haciendo el gobernador Egidio Torres Cantú, un mandatario gris que llegó al puesto sobre el cadáver de su hermano Rodolfo, asesinado a balazos en una emboscada el 28 de junio del 2010 en ciudad Victoria.
Su mal gobierno ha convertido a Tamaulipas en un Estado fallido y empieza impactar negativamente la campaña del candidato del PRI Baltazar Hinojosa Ochoa, impuesto desde el centro del poder por el Secretario de Hacienda Luis Videgaray, pero además, el priista no ha dado los resultados esperados. Se ve débil, sin carisma y desganado.
El candidato del tricolor va dando tropiezos en sus estrategias por posicionar su imagen y no hace química con el electorado, parece estar jugando a perder.
El tiempo apremia y los focos rojos del priismo nacional empiezan a encenderse ante los riesgos inminentes de una posible derrota.
El ídolo se les derrumba a pedazos.
Por el lado del Partido Acción Nacional su postulante, Francisco Javier García Cabeza de Vaca se halla inmerso en el escándalo.
A la cuenta por 16 millones de dólares que le encontraron en McAllen, depositados por su madre en enero del 2008 al término de su cuestionada gestión como alcalde de Reynosa, se suman las relaciones peligrosas que el panista mantiene con importantes capos del narcotráfico.
En uno de sus artículos titulado “Elecciones con olor a narco”, el periodista Raymundo Riva Palacio pone al descubierto los lazos que pudieran existir entre el ahora senador con licencia y Francisco “Pancho” Carreón, jefe de plaza de Los Zetas en el centro y sur de Tamaulipas, que controla también la ruta hacia San Luis Potosí.
Este mafioso se ha entreverado con prominentes políticos tamaulipecos, entre los que se encuentra Cesar Augusto “El Truco” Verstegui Ostos presidente estatal del PAN su enlace principal y uno de los respaldos mas fuertes que tiene Cabeza de Vaca quien ya ha sido señalado desde hace años por tener nexos con el crimen organizado. Así, mientras los aspirantes del PRI y PAN pagan las facturas de los yerros cometidos tanto por ellos como por la partidocracia, el independiente se frota las manos, conciente de que las debilidades y el lado oscuro de sus adversarios beneficiaran su proyecto político hacia la gubernatura.
Con pocos recursos pues las autoridades electorales solo le destinaron 190 mil pesos y 10 spots en los medios de comunicación, Francisco Chavira le esta apostando a las redes sociales y al “trabajo de tierra” en su campaña, que poco a poco va prendiendo entre la ciudadanía harta del bipartidismo. Haz clic aquí si quieres Responder o Reenviar el mensaje.
Con una propuesta fresca, viable y de un alto contenido social, el candidato sin partido empieza a conformar una tercera vía rumbo a la gubernatura, por la que transitarían los tamaulipecos libres e independientes que cifran sus esperanzas en un cambio real para su Estado.
Y así acabar de una vez por todas con la lacra que ha representado el PRI en el gobierno de Tamaulipas por más de 86 años.