Lo que pasa en la Ciudad de Monterrey es bastante alarmante ya que los crímenes de toda índole se encuentran a la orden del día, creando un estatus general de inseguridad e inquietud en la sociedad.
Ya el nerviosismo de la población se ha convertido en tema diario en todos los niveles, ya que la paz se ve troncada una vez mas, y la desesperación ha tomado la delantera en lo cotidiano del vivir diariamente.
Contando el 95 % de los crímenes sin resolver y solo el resto de ese porcentaje se resuelven únicamente cuando el crimen es de la índole familiar o vecinal.
Las denuncias de robos y secuestros son pocas, debido a que la desconfianza que emanan de las autoridades son cada vez mas enmarcadas en corrupción, lo cual impide una eficaz justicia social, y por consiguiente una incapacidad de ejercer el derecho que todos tenemos a la paz social y la libertad.
Las bandas desorganizadas y rebeladas, ante el crimen establecido han superado no solo a sus superiores jerárquicos en delincuencia, sino también a los investigadores policiacos, sin tomar en cuenta las bandas organizadas foráneas que han llegado a la entidad, totalmente entrenados y experimentados en el ultraje social.
Es imperante que la sociedad enfrente cabalmente la presente situación de riesgo total en la cual nos encontramos, concientizándonos de lo alarmante y denunciemos en todos los medios posibles cualquier indicio criminal, dejando atrás el miedo y enfrentando la unidad que siempre nos ha caracterizado.