Fernand, o Fernando pa’ la raza, nos trajo una probadita de lo que nos espera en la época de huracanes. Y no es para menos, porque una tormenta tropical nos ha puesto a prueba acerca de lo que sucedería en caso de que un ciclón nos llegara. Olvídese de la creencia de que los huracanes no nos pegan con tanta fuerza por las montañas; los fenómenos naturales amenazan con volverse cada vez mas fuertes y potentes, y en su paso, dejar al descubierto todas las fallas que hay en el tema de planeaciones y desastres.
Veo a las personas culpándose unas a los otras por tirar basura en la vía pública y con ello tapar las alcantarillas. Y en efecto, si hay un dejo de culpa en los ciudadanos que no tienen la cultura de la higiene social, donde deben de dejar la basura en el lugar correspondiente; pero no olvidemos tampoco que las obras pluviales en nuestro estado están hechas al vapor: tenemos ríos y arroyos pasando por debajo de nuestros hogares. Pero eso no lo dicen cuando nos quieran vender una bonita casa ubicada estratégicamente en el centro de todo. Desgraciadamente, nos tenemos que dar cuenta una vez que nos inundamos y andamos pariendo cuates porque ya se nos mojó la sala, el comedor, la lavadora y todo aquello que no se recupera tan fácilmente
Yo vivo en San Nicolás, lo que se dice que es «el mejor lugar para vivir» según eslogans de los alcaldes que pasan y pasan trienio tras trienio, pero les puedo constatar de viva voz que es una mentira total. Ayer vivimos una situación para algunos desesperante, porque sus bienes se vieron afectados ya que el cauce del Arroyo del Topo Chico se desbordó completamente; sus casas se inundaron y coinciden en que fue peor que cuando se presentó el fenómeno del huracán Alex en Monterrey. Anteriormente, el nivel del agua no rebasaba los 70 cm y en esta ocasión que fue solamente una tormenta tropical, rebasó un metro de altura, todo debido a la mala canalización del Arroyo y de los pluviales en los que se invierten millones.
Y todavía viene lo peor: en el terreno que era anteriormente el parque Tahití en la colonia Cuauhtémoc, actualmente se construye un complejo de departamentos y locales comerciales cuya agua será desfogada hacia el arroyo del Topo Chico. Esto quiere decir que tendremos todavía más cantidad de líquido derramado durante las lluvias que será canalizado a ese lugar, lo que conlleva a que los vecinos que han sido afectados actualmente ahora estén totalmente rebasados, y todo debido a la ambición de algunos constructores y autoridades que dan permisos sin medir el impacto y la densidad de los proyectos. Nos urge que alguien ponga mano dura en el otorgamiento de los permisos de construcción que se dan. Porque ya vimos que no podemos estar a expensas de lo que hasta ahorita se nos ofrece. Literalmente nos estamos ahogando.
