Ya son muchas las ocurrencias del personaje que nos gobierna a nivel nacional. A diario comete babosadas y no aparece en su Gabinete alguien que le infunda algo de cordura, tan palpable como natural, que le hace sentirse superdotado en todos los rubros de la Administración Pública. Paró la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad Capital cuando éste tenía un avance de 40%, perdiendo la Nación casi 130 mil millones de pesos.
Inició la construcción del sustituto, el Aeropuerto de Santa Lucía que daba servicio únicamente para el Ejército. Suspendió el Programa “Estancias Infantiles”, dejando sin atención a millones de niños. Paró el Sistema llamado “Seguro Popular” que, aunque con algunas deficiencias, auxiliaba a niños con cáncer y personas de bajos recursos que no estaban afiliados en IMSS o ISSSTE, dejando sin trabajo a casi 40 mil personas que ahí trabajaban, incluyendo médicos, enfermeras, etcétera, así como material quirúrgico y medicamentos. Esto es un verdadero crimen.
Mandó a un hangar en California (EU) al Avión Presidencial; algo que le costaba al erario mexicano 1.2 millones de dólares mensuales por estacionamiento y mantenimiento. Éste avión acaba de regresar y el Presidente ha dicho que costaba mucho dinero en hacer viajes al extranjero, en su locura, nos dice que formará parte de la venta de equipo aéreo que subastará pronto.
Ante el asombro popular, nombró a Manuel Bartlett como Director de la CFE; un grupo de periodistas sacó a luz pública que éste señor tenía una fortuna en casas y empresas propiedad de su familia, con valor de casi 900 millones de pesos; AMLO ordenó a la Secretaria de Función Pública Eréndira Sandoval, declarar que no había ninguna irregularidad en su declaración llamada “3 de 3”, al tiempo que Barttlet declaraba que esas propiedades eran de su compañera y sus hijos adultos, algo que nos pareció dar “atole con el dedo” a los mexicanos.
Se encaprichó con su Tren Maya y nos dijo que “empezará la obra en corto tiempo”; también empezó la obra de la Refinería en Dos Bocas, Tabasco, sin licitación alguna. Sus compras se han hecho sin licitación alguna en casi el 80 % de ellas, es decir “por sus pistolas”. En Campaña nos prometió no endeudar más al país y PEMEX acaba de lanzar bonos por 1,600 millones de euros.
Creíamos que su austeridad seguiría presentándose en sus actos de Gobierno; de ahí nuestro asombro al cambiar su modesto carro blanco; acaba de comprar 12 camionetas Suburban con las que se desplaza por tierra (él sigue viajando en avión de línea). Al parecer costaron casi 80 millones de pesos. Se presenta ahora con trajes finos a la medida y abrigos de marca; otro lujo más de quien se decía “austero”; cuánta locura; cuanta opacidad; cuanta impudicia; cuanta mentira en sus conferencias diarias de prensa; cuanto despilfarro; cuánta palabrería hueca, sobre todo; cuánta improvisación y ninguna obra; un desastre que no tiene fin; nada positivo para el pueblo de México. Se crearon la mitad de empleos formales del año anterior. Es, con mucho, el peor Presidente que hemos tenido. Su soberbia es inaudita, como la de todos los dictadores.
AMLO y su MORENA están creando una oclocracia con su cuarta deformación.