AMLO ha continuado con sus chascarrillos, ocurrencias o mentiras intolerables en un mandatario, pero eso no le importa, él es un presidente que se vanagloria con haber sido poco adicto a la lectura, eso se nota, aunque nos diga que ha escrito 20 libros sobre sus experiencias en Campañas por la Presidencia, algo que nadie le creyó.
Alguien escribió esos libros, porque, al ver todos los días sus conferencias de prensa, se solaza con vaguedades infinitas, además de insistir en mentirnos sobre sus actos de gobierno, hay quien ha seguido paso a paso éstas conferencias, que hasta la fecha, es decir, por más de 440 ocasiones, ha mentido más de 18 mil veces, de tal modo que, aunque persista, las mentiras están grabadas.
¿Llegará el día en que los reporteros dejarán de ir a las mañaneras? No. Por más que se les diga, están pagándoles precisamente por estar firmando su presencia en dichos actos; pero valoremos lo que ha dicho a la Nación, con sus múltiples y cada día más notorias mentiras.
¿Se acuerdan las veces que nos dijo que el país crecería –económicamente hablando– un 4% anual en el año 2019? Pues resulta que los fríos números nos dicen que crecimos negativamente un 0.2%. Al ver esto, el “Jefe Peje” nos dice que esto no tiene la menor importancia, “lo que se debe medir es el desarrollo”, e inmediatamente nos dice una serie de babosadas sin importancia.
Es un mago en el oficio de mentir; si vemos por TV lo que dijo en sus períodos de candidato a la Presidencia, nunca bajó de su pronóstico de crecimiento económico del País del 6% según su particular sapiencia económica; la cancelación del AICDM en Texcoco nos puso en evidencia ante el mundo, ya que tiró a la basura casi 120 mil millones de pesos; AMLO ni se inmutó; dijo que esa obra, iniciada por Peña Nieto “estaba llena de corrupción y construyéndose sobre un lago” (?) (sic). Efectivamente, un lago que desapareció hace 200 años.
En sus viajes de fin de semana sigue en campaña política; continúa con sus cantaletas de siempre, echándole la culpa a administraciones pasadas, sin ver que aquellas ya están calificadas por el pueblo; si fueron mayor o menormente corruptas, su Gobierno ya debería dejar atrás eso de que “ahora todo es distinto”. Una gran mentira, porque hace tiempo que esa calificación ya no lo transforma en benefactor, corruptor y mucho menos influye en actos de su Gobierno; voltea hacia atrás y no queda nada, aunque diga que sólo le interesa el futuro.
La economía mexicana ha sido un fracaso; estamos en una recesión. En seguridad hemos entrado en un limbo donde parece que su nueva criatura llamada “Guardia Nacional” no aparece ni sabemos qué hacen, sólo que mandó tres mil efectivos a nuestra frontera sur para reprimir migrantes y ahí siguen; al parecer mandó dos mil quinientos a Mazatlán que resultaron invisibles puesto que les pasó de noche la misa en Catedral de una hija de El Chapo Guzmán, donde se juntaron muchos peces gordos dirigentes del Cártel del Pacífico. Los maleantes acordonaron la zona donde celebraron misa y la fiesta correspondiente, sin que nadie les tocara. Una vergüenza para el Secretario de Seguridad Nacional y su jactancioso Jefe Peje. Todo fue de abrazos y besos.
Y mientras, nuestro Presidente de mentiras sigue con sus ocurrencias; la penúltima fue cuando fue al Sur este a iniciar su obra cumbre del Tren Maya
