Conozco al Presidente, por su constante sobre explicación de sus decisiones, es un hombre esencialmente político; todo lo que hace, lo que no hace, sus discursos cada día menos entendibles, su manera de expresarse, lo sabemos todos porque lo padecemos a diario; para quienes estudiamos su comportamiento despierta dudas; contumaz mentiroso, sus mentiras son predecibles. Nunca ha trabajado, resultó un Candidato Eterno, nunca ha dejado de expresarse con dignidad, sino con discapacidad mental manifiesta; lo invade la envidia, no quiere saber nada sobre sus antecesores porque considera que sus mandatos condujeron al País a la ruina (¿?), descalificándolos con saña; quizá pudieron hacer algo de bien y eso lo irrita sobremanera.
AMLO usa el poder para asestar golpes políticos a quienes considera enemigos; llevamos casi dos años de oír sus trasnochados discursos de politiquería barata acumulada en más de veinte años de espera. Ahora, como Presidente, quiere hacer todo a la vez, cargando TODOS los problemas de nuestro México sobre su espalda, emulando a Juárez y su periplo republicano; nada más que éste lo hizo en un ambiente muy distinto y en circunstancias esencialmente diferentes. Se encierra en el pasado mexicano, olvidando que son otros –muy distintos– los problemas y la manera de atacarlos; incansablemente, ni los fines de semana que los ocupa en viajes interminables como ausentes de planeación; todo lo que hace o dice muestra su carácter pueblerino y risible; dice lo mismo que hacía hace dos décadas. Palabrería dedicada a cacles o focas aplaudidoras.
Sufre de paranoia constante; considera a todo aquél que lo contradice, como Enemigo de la Patria; nos explica que TODO lo malo que nos acosa se debe a fantasmas del pasado que siguen, como siempre, asestando golpes a la Patria y a su persona. Ahora, ante la inminencia de una manifestación masiva anunciada por mujeres de todo el País, insiste en su cantaleta de que “son manipuladas por la derecha conservadora” (sic). Las mujeres de México han decidido demostrar que son útiles para el País pero nadie las cuida; nos quieren demostrar que, sin ellas, el panorama social se irá al cesto de la basura, y éste señor, lo que hace es atacarlas, ha ordenado que los “cachitos” de Lotería Nacional programados para Septiembre, empiecen a distribuirlos desde el 9 de marzo, día en que las mujeres harán un Paro Nacional, para demostrar a la sociedad su indiscutible valía. Pronostico una jornada exitosa. Ya empezamos a ver en los mítines de fin de semana que la gente le grita e interpela; él, desconcertado y exento de palabras, decide abandonar el escenario porque “no nos entienden” (sic). Es el principio de su debacle como gobernante; dice además: “a la autoridad se le respeta”, olvidando aquella frase (de él) dedicada al ex Presidente Fox: “Cállate chachalaca”. O aquella lapidaria y concluyente de “al diablo las instituciones”. Sus mentiras no bajan; hay quienes han seguido sus conferencias de Prensa mañanera que nos dicen que lleva alrededor de 20 mil mentiras; un récord jamás habido en algún mandatario del Mundo. La salud mental del avejentado mandatario está en duda; es el Presidente quien padece ese mal envilecedor y desconcertante; convoca falsedades quien lleva su investidura y debe hacerse respetar, pero no lo hace; éstas acciones son el principio del fin de su mal llamado Gobierno de Cuarta; ya su presencia no llama la atención. Su 4-T huele a tierra.