AMLO no ha gobernado el país, se ha dedicado a promocionarse en desde el poder; es su fuerza la política; no hace un movimiento corporal, un discurso ante “el pueblo bueno”, una conferencia de prensa… Todo está íntimamente ligado a SU política, es él quien, por tiempo completo ha aplicado en su carácter y su vida una abyección errática, pobre, de la realidad en que se mueve nuestro sufrido pueblo; como gobernante ha fracasado rotundamente.
Se ha dedicado en cuerpo y alma a decirnos lo que significa su llamada Cuarta Transformación del país: una mezcla informe y trasnochada de varios pasados que no comprende, tratando con ello de dar un vuelco histórico a la manera de Juárez, Madero y Lázaro Cárdenas, colocándose ÉL en la inane y esotérica gloria histórica. Se equivoca rotundamente; la Gloria se hace, no se proyecta. Corresponde a terceras personas (en generaciones) la decisión de colocar a sus próceres. Para lograr esto, se ha dedicado a promoverse a sí mismo; no sin antes proveyéndose de “harta lana”, añadiendo a lo que utilizaba el Gobierno de Peña, más de 30 mil millones adicionales. La “honestidad valiente”, simplemente se olvidó de ella, convirtiéndose en esclavo de sí mismo, con sus ocurrencias, desatinos, mentiras y aberraciones, algunas de sus inútiles obras que ha iniciado sin concurso alguno y sin conocer proyectos ejecutivos.
Nadie hay, ni adentro ni afuera de su “administración” quien le haga llegar a su escasa sesera la realidad de que algo anda mal; ni los ve ni los oye; sólo prevalece SU voluntad descarrilada y añeja; con ello se parece más al Rey Sol. Luis XIV. Nace así su deslumbrante incapacidad para aglutinar siquiera un gabinete con amplia experiencia en el servicio público; pero no lo hace porque odia a los que sí saben; sus subordinados son sólo lacayos. Odia a las mujeres; craso error; ha desdeñado recientemente a los colectivos de toda índole que decidieron protestar porque el Presidente no hace nada para combatir a quienes les hacen daño; sin tener medios, sólo ganas de agruparse, tomaron la decisión de salir a las calles a manifestar su protesta, sin dar nombres ni insultar a nadie. Un éxito que las hace ver peor, de parte del Tlatoani del Palacio.
Como es costumbre AMLO “ni las vio ni las oyó”. Al día siguiente de la marcha que resultó un éxito, decidieron no ir a trabajar y también lograron hacer ver a la sociedad su valía y entrega que, generalmente es despreciada por quienes tienen negocios. AMLO desperdició una gran oportunidad de apoyarlas, de no combatirlas verbalmente; asegura que “son manipuladas por el “conservadurismo”. No admite que le den contra en nada; ausente de colaboradores, quiere hacerlo todo; digamos la verdad: no las quiere y ellas significan el 52% de la población.
Afuera, en la realidad, nuestra sociedad está sin apoyo gubernamental ante la escalada de violencia porque el “Tonto del Palacio” ha dado órdenes de no atacarlos. El “Culiacanazo” consistió en soltar al hijo de “El Chapo”; más tarde se escaparon tranquilamente por la puerta principal de un Penal de Alta Seguridad, tres capos narcos y ayer se les escabulló de las manos otro a quien apodan “El Marro”; ante ésta nulidad de gobierno, la inseguridad crece; hay muchos yerros en la actuación casi nula de un Gobernante incapaz y terco que nos lleva al abismo.