Ahora, con la aparición del “coronavirus”, la mitad de los países han declarado “estado de emergencia”, nuestro audaz Presidente, sigue como si nada advirtiera; como si estuviera en su “sano juicio”, lo más sensato hubiera sido atacar, mediante medidas cautelares, las incidencias del mortal virus; por contrario, arrecia en sus visitas a ciudades, generalmente en fines de semana y ordena a sus paniaguados que se esmeren en acarrearle multitudes “a modo”. La semana pasada acudió a 11 eventos multitudinarios; algo criminal, inaudito; como lo ha hecho siempre, aunque ahora tienen otra formalidad, está más cerca a las multitudes y se da el lujo de cargar y besar niños; lo hace para que vean que “no pasará nada”; nuestro Jefe de Estado ha planeado acudir a eventos masivos; por contrario, intensifica el paso y recurre a expresiones amorosas con niños.
Ya había dado órdenes a directores del ISSSTE e IMSS y otras organizaciones de Salud Pública para que negaran los casos que evidentemente están en el rango de “sospechosos”; la criminal orden fue que dijeran que se trata “casos de influenza” (sic). A ese grado de criminalidad ha llegado. No nos pasará nada, convivamos entre nosotros, que sigan los abrazos y besos de los concurrentes. En otros países mucho más ricos que el nuestro, sus dirigentes han decretado paro de vuelos en aeropuertos, restaurantes, eventos deportivos, escuelas y otras medidas preventivas; AMLO por contrario, se esmera en aparecer en sus mítines, aunque mostrando una cara feliz y besando a pequeños como diciéndonos; “no pasa nada” (SIC) “HUY, QUÉ MACHO”.
Pasó lo mismo cuando cerró las estancias infantiles que nacieron para ayudar a mujeres que trabajan y dejaban a sus hijos pequeños para que los cuidaran; también cerró los centros para que acudan mujeres a explorar su cuerpo para ver si tienen “cáncer de mama”, no da medicinas para niños con cáncer; el Instituto para la Salud, de carácter universal lo cerró también cambiándole de nombre (Seguro Popular), creando en su lugar uno nuevo aunque con otro nombre, INSABI; no sin antes haber corrido a todo el personal; han sido muchos y diversos los errores del sexenio de AMLO; todos porque fueron inaugurados pos sus antecesores.
Su eterna campaña; su eterna e indestructible terquedad; sus esfuerzos en querer que todo lo hace para beneficiar a los mexicanos; mentira; yo tengo otros datos; lo hizo por “sus tanates”; creo que tiene en mente hacer una conexión por vía férrea que sería buena, pero que se le ha quedado en ante proyecto, en el Istmo de Tehuantepec; varias líneas férreas uniendo el Pacífico y el Atlántico sería mejor que la Refinería de Dos Bocas y el Tren Maya. Pero viene la terquedad, echando por la borda lo bueno y dando paso a lo malo, lo incosteable; otro crimen.
Sus acciones son demenciales, producto de su imaginación brusca y prolongada; según éste Ente Magnífico; anula cualquier sugerencia de posible error; eso nunca lo hará; mientras los mexicanos contemplamos azorados sus múltiples yerros sin esperanza; su ansia de pasar a la Historia como un Prócer; esa es su Utopía; por ello sigue en campaña; no sabe que el entorno económico nos asfixia, como el precio de la gasolina; el “huachicol” y otras lacras demenciales.