Debería haber más jugadores Gignac en el fútbol mexicano, con ganas de ganar todo, ser ejemplo y líder en el equipo, sentir la camiseta y además demostrar afecto al país residente.
Más allá de cualidades con el balón, los jugadores deberían tener una empatía fuera y dentro de las canchas. No copiar al francés, pero nada les cuesta dar un plus para motivar a jóvenes y adultos a generar movimiento al cuerpo, hacer ejercicio y erradicar el sedentarismo.
Gignac ha sido todo un efecto en México. Vino a revolucionar el futbol mexicano y a decirle a todos esos jugadores que sólo cobran a que movieran las piernas de manera efectiva. Y ese mensaje seguirá emitiéndose por tres años más, luego de aceptar una ampliación de contrato.
Las palabras de Gignac son dignas de admirarse, pues con Tigres alcanzó todo lo que se puede ganar. Lo único que le faltaba era el Mundial de Clubes y consiguió una mejor posición a comparación de otros equipos.
Se compromete a quedarse en México luego de retirarse del futbol, y si se queda como directivo de Tigres le vendría bien al equipo para despertar y motivar a todos esos jóvenes y los no tanto para que rompan esa comodidad de sólo cobrar jugando a patear la pelota.
Duda no hay que Gignac se ha colocado como uno de los mejores jugadores extranjeros que jugaron en el país y eso provoca que otras directivas muevan cielo, mar y tierra para encontrar otro jugador que pueda superar los números que ha logrado el francés, inclusive para los mismos jugadores. Se trata de una lucha interna para quienes verdaderamente están interesados por la competencia ¿A quién no le gusta ser el mejor?