Este 2021, el padrón electoral joven abarca aproximadamente 1;300,000 personas, poco menos del 40% del total de votantes. Por ello, y también debido al tema del covid, es que las campañas tradicionales se han modificado para dar paso a las nuevas estrategias y propagandas políticas digitales.
Tenemos candidata y candidatos de diversas edades, muchos de ellos postulados por partidos que han permanecido décadas en el poder; en particular, los cuatro principales personajes en el tema de las elecciones a gobernador hacen un mix de votantes meta: desde los que se basan en la forma tradicional que es formar estructuras y buscar quién cuide casillas (donde sabemos se dan la mayoría de los fraudes por experiencias en elecciones pasadas), y también quienes son influenciados por las redes sociales para emitir su voto.
Desde el 2015 con la campaña a la gubernatura de Jaime Rodríguez, vivimos en lo local la transición de la era territorial a la era digital. En el 2018 terminamos por establecer que las campañas digitales tienen un enorme peso en el votante; ahorita estamos presenciando algo similar pero en mayor proporción. Por un lado, los encontronazos directos entre dos contrincantes emanados del mismo partido, con muchos años de militancia en el PRI, Adrián de la Garza y Clara luz Flores; Fernando Larrazabal que apuesta a la atracción de ese 37% del electorado joven al establecer una imagen en tiktok y Facebook, y Samuel García que ya lleva mucha ventaja en el tema de las redes sociales.
Samuel ha sabido utilizar muy bien el marketing político digital desde sus inicios y eso ha sido motivo de que los demás candidatos y candidatas opten por establecer una línea muy parecida. Vimos una simulación de convocatoria y pegoteo de calcas hace dos días cuando Adrián de la Garza y Paco Cienfuegos aprovecharon los contactos sindicalistas y reunieron a los taxistas para decorar sus carros con su imagen. Y es válido, están usando las estructuras que han formado por décadas y de las que se mantiene en gran parte su partido, pero se les olvidó una cosa: hoy en día, la información es transparente e inmediata y la gente se pudo dar cuenta de que la convocatoria era totalmente a la vieja usanza priísta y no por la convicción de apoyar a un candidato por sus propuestas, lo que hace la diferencia en el tema con Samuel, donde la imagen de su esposa y el enorme marketing digital empleado en su campaña, atrae a los jóvenes votantes para tomarse la selfie, subirla a sus redes sociales, tener presencia en ellas y apoyarles de manera natural.
En el tema de Clara luz, hemos visto que contrató una agencia de bots internacionales (ir a sus redes y ver los nombres de los “Me gusta»), pero se les olvida que los bots inorgánicos nunca serán un voto, y es muy sencillo que la gente haga burla de lo mismo. Esta estrategia fue una reacción inmediata porque desde que Adrián le declaró la guerra frontalmente con el video de la secta NVXIM, las redes de Clara luz no han parado de ser el centro de burlas y mensajes de no apoyo a la candidata.
La revolución de las campañas políticas están siendo vivida por millones de personas. La influencia de las mismas decidirá en gran parte el voto este 6 de Junio del 2021. Vamos apenas a cumplir el primer mes de campaña y ya tenemos mucha tela de donde cortar entre tantos trapitos al sol y reacciones virtuales de las y los contricantes. Esperamos los debates con ansias: ahí veremos de qué cuero salen más correas.
