Quizá nunca llegue la anotación 122 del casi histórico de Rayados, Rogelio Funes Mori. No al menos en este Guardianes 2021. Ahora el argentino tendrá que esperar a julio, en el Apertura 2021. Si es que llega, pues existe el panorama de no entrar en los planes del Vasco Aguirre a pesar de tener contrato hasta 2024.
El mellizo acumula siete juegos sin poder meter gol. Es una racha muy mala para un delantero que ha tenido bastantes oportunidades de jugadas claras de gol, pero por cuestiones de definición no concretado y eso enoja muchísimo a los aficionados de Rayados y da lástima al resto.
Evidentemente Rayados necesita poner sobre la mesa la renovación en toda, toda su planilla. Empezando con la portería, que para Hugo González ha sido otra temporada muy difícil. Me pregunto cómo le hace para dormir tan a gusto. El título de «manos guangas» se lo ganó a pulso y fue precisamente la afición quien le puso ese apodo. Si la directiva quiere vender abonos y que la afición regrese al estadio, por ahí debe empezar.
La otra parte deberá ser la delantera. Rogelio Funes Mori no está en su plenitud y quizá es momento de buscar otro atacante. Vicent Janssen tampoco ayuda mucho a sumar goles; aunque va incrementando su récord, no es suficiente y sigue quedando a deber. Además, la directiva tiene la presión mediática al ver que su archirrival Tigres sumó a un mundialista.
La parte defensiva es la tercera en la lista, y desde la temporada pasada Nico Sánchez ya daba pistas de andar mal en su posición, también quien anda en la cuerda floja es Miguel Layún, que a principios de torneo no tuvo su mejor momento, aunque pudo recomponer el camino al final de la campaña.
La media cancha prácticamente no hay que modificar. Aunque quien no ha cumplido con las expectativas es Matías Kranevitter. Todos los demás cumplen su función sin tanto mérito.
La dirección técnica prácticamente va llegando, pero no es excusa para decir que fracasó en cumplir los objetivos. En esta eliminación, Rayados se ahogó solo. La semifinal la tenía en la bolsa, pero la falta de atención y el exceso de confianza fueron los factores que en un abrir y cerrar de ojos, los regios se quedaron sin torneo.
