En un hecho que no deja de sorprender a todos los regios, la tarde de ayer, por primera vez en lo que lleva de realizarse el ejercicio público-político coloquialmente llamado “Debate del Periódico El Norte”, se informó que tres de los cuatro candidatos invitados habían cancelado su presencia apenas una hora antes del evento: Adrián de la Garza, Clara Luz Flores y Fernando Larrazabal. Cada uno en sus respectivas redes sociales manifestó que el rechazo se debe a una marcada inclinación del periódico de la familia Junco hacia su contrincante Samuel García. Ni siquiera las porras de su avanzada que estuvieron esperando desde la una de la tarde para recibirlos fueron avisadas antes, las dejaron en pleno sol y con toda su propaganda instalada.
Esta narrativa de que hay un favorito resulta un poco extraña, ya que durante la precampaña y al inicio de la campaña de este 2021, El Norte ponía como puntero en sus encuestas a Adrián de la Garza, y en ningún momento el candidato del PRI hizo declaraciones en contra de este medio aludiendo la falsedad de sus números; por lo cual, ahora es curioso que tengan esa excusa para cuestionar la veracidad de las encuestas, cuando las cifras no le favorecen. Si se habla de que los medios no deben influir en la opinión pública, ¿dónde queda la libertad de prensa y de opinión?. Son los medios los encargados de proveer información para que el lector se forje una idea en base a sus creencias y nuevos conocimientos. Los medios no nos obligan: nos ponen a pensar y a cuestionarnos, y al mismo tiempo, a cuestionar a las figuras públicas.
El punto más importante (al menos para mi) en este desdén al medio de comunicación no es la excusa de los candidatos. Lo que debemos analizar es que había más de 4000 personas conectadas esperando ver las propuestas y también los ataques que se dan cada uno, porque no es lo mismo verlo a través de historias y de vídeos en Facebook que cuando se tienen frente a frente. El respeto se lo faltaron a esas personas, a los votantes que querían informarse, que buscan cada debate para poder decidir su sufragio de manera pensante y no dejándose llevar por el marketing político y la propaganda electorera.
Esta era una buena oportunidad para que aclararan sus escándalos, que es lo más visible en estas campañas. La alianza contra El Norte también nos pone a pensar si no hay una negociación para ir en bloque y tumbar la hasta ahorita preferencia a Samuel García; recordemos que en otras elecciones como en el 2018, hubo negociaciones denunciadas entre PRI y PAN en Escobedo y San Nicolás y el presunto robo de la alcaldía en Monterrey. Con un presidente que ha metido su cuchara en nuestro estado pasándose la ley por donde quiere y candidatos con investigaciones pendientes, todo puede ser posible. Lo único seguro es que a Nuevo León no le está yendo nada bien este 2021.
