Cuando el covid entra por la puerta el amor sale por la ventana.
Muchas son las parejas que han visto sus matrimonios reducidos a cenizas después del covid-19.
Aumentaron los divorcios y con ellos las ordenes de restricción, denuncias por violencia familiar siendo hombres y mujeres víctimas, juicios de alimentos, de convivencia y separaciones están a la orden del día y con ello se nutre un adagio legal: “no conoces a tu ex hasta que te divorcias” Y es que con el divorcio sale la verdadera esencia de las personas, te das cuenta que el amor de tu vida, aquel con que el que llegaste al altar y juraste estar en las buenas y en las malas, en la pobreza y en la riqueza, en la salud y en la enfermedad, no es tu príncipe azul y tú no le resultaste la princesa del cuento. Y es que el covid no entro en el juramento…
Tras 18 meses de encierro, con los niños en casa, las condiciones laborales modificadas, entre home office, cierres, despidos y reducciones, teniendo como consecuencia un menor ingreso familiar; pero eso si los gastos más altos, (ya que al estar TODO el tiempo en casa, se dispararon los consumos de los servicios domésticos amén de la variedad de las plataformas de streaming y con el pretexto de las clases en video la compra de dispositivos para que los niños tomen sus clases en línea), y lamentablemente mínimo un enfermo por familia, cualquiera explota, siendo el objeto lógico del desfogue de esta olla de presión familiar… la fractura en la relación de pareja…
Hombres y mujeres, casados o en unión libre con hijos y bienes de por medio aunque todavía se deban (casas hipotecadas o carros a crédito por ejemplo), sacan el cobre cuando de separaciones se trata; en lugar de llevar un divorcio tranquilo con un convenio sencillo definiendo que le toca a cada uno en derechos, bienes y en obligaciones, hacen toda una odisea legal para sacar sus frustraciones y corajes guardados en contra del casi ex.
Las discusiones están a la orden del día: Que si uno apoya y el otro no, que hay un desbalance en la carga económica y/o de responsabilidades, discuten hasta si van a vacunarse o no, cuando ese no debería ser un problema.
Una pareja para que funcione necesita empatía, compañerismo, hacer un equipo y pensar en un futuro comprometidos a sacar adelante el proyecto familiar, mantenerse sanos, física, mental y financieramente. En tiempos de pandemia, un buen matrimonio no es solo sexo y dinero.
Ya han pensado que pasara si uno de los 2 miembros de la pareja fallece por covid y no han:
a) Hecho su testamento…
b) Establecido la custodia de los hijos menores de edad…
c) Liquidado la Sociedad conyugal y hay bienes muebles e inmuebles, incluso cuentas bancarias de por medio…
Cómo podrá ver quien lea esto, al margen de su género, existe una severa crisis adicional a la que ya se padecía mucho antes de la pandemia. Cúrese en salud, evite desfiguros, dialogue, vaya a terapia, trate de retomar aquello que les mantiene unidos y si de plano ya no dio para más estamos para servirle cels. 8110291573 y 8125682696
Lic. Claudia T. Witron
Cel. 8110291573
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