Lo prometido es deuda y tal como hemos estado anunciando desde artículos anteriores, la descripción del mantenimiento de nuestro hardware, al menos a nivel muy básico, por tanto hoy tocó el turno al único roedor que además de espantar desconfigura si se pone de malas y es el mouse para PC.
El Indicador de Posición X-Y para un Sistema con Pantalla, o mouse para los cuates, se compone de un sensor, un cable, una carcasa, dos botones, una rueda de desplazamiento y un enchufe que ha variado en la medida que los años han pasado y que han hecho evolucionar este dispositivo, adaptándose a las características presentadas por los puertos, instaladas en los CPU. Este puerto correspondiente a la versión más digital (si cabe la expresión) hoy en día está compuesta por una terminal USB, compatible lo mismo para laptops que para gabinetes de torre. Existe una versión inalámbrica que emite una señal captada por un receptor inserto que responde a un puerto, el dispositivo trabaja con baterías desechables AA o bien para los usuarios más exigentes hay una versión recargable.
En antaño el mouse, era una área cuyo desempeño se debía a elementos de orden mecánico y no de carácter lumínico digital, eran aquellos ratoncitos con un conector de forma cilíndrica y con una bolita en la parte inferior que se desplazaba en todas direcciones gracias a una serie de rodillos instalados en forma trifásica que permitieron un desplazamiento en cualquier dirección. Este dispositivo consta de un sensor interno que se encuentra conectado al sensor el cual capta de forma digital los movimientos. Los principales problemas de aquel mecanismo, altamente eficiente para aquellos años, era el acumulamiento de pelusa, polvo, cabello, grasa o mugre que atascaba los pequeños rodillos, lo que comprometía el desplazamiento de la bola: la imagen del cursor en la pantalla se detenía abruptamente porque el ratón ya no emitía señal, era necesario abrirlo, sacar la bola, y con un alfiler o clip retirar toda la suciedad de los rodillos esto preferentemente con el dispositivo desconectado dado que si se dejaba enchufado al CPU se corría el riesgo de desquiciar el funcionamiento de aquellos programas con los que el sistema estaba funcionando. Eran tiempos de mucha rudeza.
Actualmente este tipo de tecnología se encuentra en desuso franco aunque para algunos usuarios cuyo trabajo depende en gran medida de desempeños ergonómicos como lo es el manejo de software de diseño o comunicación gráfica, edición de video y demás los llamados track ball son de gran utilidad y constan esencialmente de los mismos dispositivos de un mouse convencional aunque distribuidos de acuerdo a las necesidades manifiestas de los usuarios o de los operadores. Hoy en día solo basta un paño húmedo libre de pelusa, o en su defecto un algodón.
Acusados de ser como lo dijeran los Cardenales de Nuevo León, de entre lo peor de lo peor, ser lo peor, un individuo insoportable muchas veces indeseable muchas veces inaguantable lo fue el mouse, pero eso solo cuando se le juntaba el mugrero. El resto del tiempo era el héroe de la jornada, porque más que un ratón era, es y será un verdadero caballo de batalla que a fuerza de clicks sigue siendo imprescindible en el campo de la informática en todo el mundo mundial.
