Este martes al salir a correr encontré tirado en el arroyuelo entre las hojas un objeto colorido difuminado de naranja a amarillo lo que pensé que era una batería USB, de las que se usan para recargar los celulares, lo tomé y me lo puse en el bolsillo del pantalón con la idea de desecharlo de manera apropiada en algún lugar de acopio de baterías, suponiendo que no funcionara.
Al terminar mi recorrido y revisar mi botín me di cuenta que no era una batería, y, pensé como dijo el Almirante Ackbar de Star Wars “Es una trampa”, un boobytrap diseñada para hacer el máximo daño a quien la recogiera.
Pero era demasiado tarde, ya había hecho efecto y había logrado infringir el daño y efecto deseado por el blanco, el daño fue a su original comprador yo solo me llevé un pedazo de metralla inerte que ya no podía hacer más daño.
Se trataba de un “Vaper” desechable, un cigarro electrónico que quema un aceite por medio de una resistencia que se activa y hace un humo que contiene el 5% de nicotina y un agradable olor a una especie de tutifruti oriental que me hace recordar una casa recién trapeada con “Fabuloso”.
Una colilla con una batería con suficiente litio para contaminar los mantos acuíferos locales, una colilla de la modernidad, parafernalia desechable.
Este artefacto tiene todas las características de habar sido diseñado por un científico como, Branicac, Thanos, Mojo Jojo, Rodak, el Dr. Octopus, Philip Morris y Juan Nepomuceno Adorno. Así como empresas como Caos, Lex Corp, Oscorp, Umbrella Corporation y R.J. Reynolds Tobacco Co.
Veamos el maquiavélico diseño de este producto. Primero el nombre “Vaper” es una descripción engañosa, a mí me tuvieron engañado pensé que el humo blanco que salía era vapor de agua que contenía traía nicotina y algún sabor a tabaco: Y la realidad es que los cigarros electrónicos producen humo por combustión, monóxido de carbono, eso con lo que se suicidan los que ponen una manguera del mofle por una ventana del auto levemente abierta.
El monóxido de carbono es un veneno no tiene ningún otro fin en el cuerpo es lo que más afecta a los fumadores en el aspirar, pues reduce la capacidad de la sangre de transportar e intercambiar oxígeno.
Según sus fabricantes y comercializadores “vapear” produce 80% menos monóxido por aspiración, pero típicamente las victimas hacen un mayor número de inspiraciones, más profundas y la duración de un “vaper” es muchísimo más larga que un cigarrillo, de tal manera una cosa por otra y sigue siendo un suicidio a pellizcos, poco a poco.
Se promueve la idea que estos “vapers” son una forma de ayudar a que los adictos a la nicotina dejen poco a poco el vicio y sugieren cuanta nicotina tienen que inhalar para ir reduciendo poco a poco la dosis hasta que finalmente desaparezca el vicio…
Esto es más que difícil porque la cantidad porcentual de nicotina es comenzada por periodos más prolongados de fumar, de hecho también están promocionando estos productos para competir con las bebidas energéticas que contienen cafeína y taurina, nada menos el producto del que hablo tiene el por nombre comercial Bull. Y ni que hablar de los saborizantes artificiales (¡guacalas!). Todo lo dicho por los advocados de esta nefasto artículo.
La vida de satisfacción instantánea que nos presenta la Internet, en la que se nos ofrece información que se nos generará un desesperado impulso de compra o adopción una moda o una ideología. Estamos en la mira despiadados manipuladores y necesitamos tener conciencia que requerimos detenernos antes de que nos convenzan y dar unos pasos atrás para tomar perspectiva desde una posición elevada, observando que y quien lo que se nos está ofreciendo y cuál es el su objetivo y proyectar mentalmente como esta decisión nos afectará.
Vierto aquí opiniones de varios grupos:
Los optimistas: “La tecnología nos dará conocimiento y el conocimiento nos volverá libres”.
Los pesimistas: “La tecnología nos hará dependientes y tendremos una vida limitada a estar sentados frente a un monitor degradándonos por falta de ejercicio físico y mental”.
Y los oportunistas: “El medio es el mensaje, el otro medio es la moda y la casa siempre gana”.
Desde hace tiempo me llama la atención el tema de la modernidad, cuándo empezó y cuáles fueron los detonantes.
Hay un documental de PBS How do We Got to Now o Cómo Llegamos al Ahora, donde el autor Steven Jhonson nos habla en seis innovaciones; limpieza, la medición del tiempo, vidrio, la luz, frío y sonido.
Que para esos innovaciones positivas haya un equivalente negativo que manejen las mentes malvadas uno de ellos tiene que ser la propaganda como método de manipulación masiva de las voluntades individuales.
Regresen a sus asientos y ajusten el cinturón de seguridad. Habrá turbulencia.