¿Y Elena Poniatowska, sus novelas, escritos, crónicas?
En el evento de entrega de la medalla Belisario Domínguez a Elena Poniatowska, la senadora del PES, Sasil de León se aprovechó del acto protocolario para condenar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación por invalidar la transferencia de la Guardia Nacional a la Sedena, rompiendo el acuerdo de no interrumpir la sesión solemne, ¡qué ocurrente! ¡Qué ignorante! qué irrespetuosa.
Este ataque provocó que saltara como tapón de sidra la senadora Kenia López, aventando a un reportero que estaba a su lado, para acto seguido dar de gritos desde su asiento ubicado a mitad del salón.
Luego los asistentes se unieron al unísono gritando “fuera, fuera” mientras la homenajeada veía con asombro el tremendo circo, y en la parte de los invitados de Poniatowska, los asistentes movían la cabeza de un lado a otro lamentando el hecho.
La Senadora Lilly Téllez quien se ha especializado en gritar, increpar, perseguir, molestar, fastidiar y retar a las y los políticos de Morena, inmediatamente, salió disparada de su asiento pasando por encima del senador Juan Rementería.
Y corrió para increpar al vocero de la presidencia, Jesús Ramírez, quien aguantó estoicamente.
Hecha una energúmena enrabiada, Lilly Téllez intentaba a toda costa robarse el evento tan esperado de Elena Poniatowska, pero ya se le habían adelantado Sasil y Kenia, por lo cual se dispuso a subir el tono de sus reclamos:
“Le dice al Presidente que es un cobarde por no venir y dígale que es el representante de Victoriano Huerta. Son ustedes unos hipócritas”, decía con tono teatral.
Lilly se sentía poderosa poniendo el teléfono en la cara a Jesús Ramírez, quien intentó alejarlo de su rostro, y para desvirtuar la situación Téllez gritó “No me toque” y él le contestó: “Usted no me ponga su teléfono, es tan agresivo como eso.”
Luego siguió su perorata con tono de odio mientras Jesús Ramírez la miraba con asombro, “Ustedes no respetan a Elena Poniatowska” dijo Lilly Téllez de espaldas al evento, palabras que no tenían sentido, pues era ella la que gritaba.
Luego llegó la Senadora Citlalli Hernández, y le pidió que por favor ya se fuera a sentar, que respetara el evento, pero Lilly estaba fuera de sí, ella quería ganar la nota y robarse el evento.
Lilly Téllez, Kenia López y Sasil, son irracionales, están desquiciadas, no les importa hacer el ridículo con tal de ser vistas. Los senadores se han acostumbrado a escucharlas insultar rabiosas a sus compañeros.
No sé a ustedes, pero a mí ya me tienen harta con sus gritos, insultos y sarcasmos. Se ha convertido en la peor versión de sí misma. Son sus peores enemigas.
Es verdaderamente triste el papel que desempeñan, sus ridículos mediáticos han hecho que pierda la credibilidad.
El pueblo de México no quiere estos circos, pónganse a construir y no a destruir. Ya maduren, busquen ayuda psiquiátrica. Es mucha, es demasiada su violencia verbal y su egocentrismo.
Perdón Elena Poniatowska, no merecías esto.
