Inmediatamente después que el presidente de EUA, Joe Biden, anunció su intención para reelegirse, el expresidente Donald Trump publicó su reacción y crítica al respecto. Ambos aspiran a ser los candidatos de sus respectivos partidos.
No obstante, distintas encuestas estiman con sus mediciones que no es la preferencia de la mayoría de los estadounidenses volver a tener una elección entre Biden y Trump.
Además, las edades de los posibles contrincantes está entre los factores que las encuestas muestran como preocupación o rechazo del electorado. El presidente Biden tiene 80 años de edad, y si fuera reelegido, acabaría su periodo presidencial a la edad de aproximadamente 86 años. El expresidente Trump tiene 76 años, y acabaría su periodo presidencial prácticamente a la edad de 82 años.
Mi análisis y prospectiva: La experiencia, conocimiento, y sobre todo la sabiduría, son aspectos que deben considerarse como una ventaja de significativo beneficio para alguien que asume la responsabilidad de dirigir cualquier país, y más aún la primera potencia global.
La edad mayor no garantiza contar con estos aspectos, mas incrementa esa probabilidad. Tampoco la avanzada edad es un argumento suficiente para descalificar a un candidato, siempre y cuando se desempeñe y muestre estar en plenas condiciones para ejercer sus responsabilidades, mas en la percepción de la mayoría de los electores a ambos candidatos no les favorece.
La posible contienda Biden-Trump coloca en igualdad de condiciones el tema de la edad de los candidatos. Sin embargo, no todo está definido. En cuanto al Partido Demócrata, dado que el presidente Biden ya anunció su intención de reelección, es poco probable que surja otro candidato que lo confronte dentro de su mismo partido.
Por otra parte, aunque el expresidente Trump ha estado en campaña desde el año 2022, falta aún que el Partido Republicano comience su proceso de elección de candidato presidencial, y no se descarta aún que un candidato o candidata más joven sea elegido para la contienda, lo cual pudiera modificar la percepción de quienes prefieren a candidatos más jóvenes. Aun así, actualmente el escenario más probable continúa siendo la contienda entre Biden y Trump.
Como candidato, Biden tendrá el reto de asistir a numerosos eventos de campaña, a la vez que continúa desempeñándose como presidente en una época de múltiples problemas internacionales, aunque lo anterior también tiene la gran ventaja de facilitar la exposición mediática del presidente-candidato.
Por su parte, Trump todavía tendría que participar en todo el proceso de precampaña de los candidatos Republicanos, y además enfrentar temas legales latentes, que al parecer le benefician en su popularidad y apoyo con algunos segmentos de la población.
Para el presidente en turno, Joe Biden, existe un adversario mayor que cualquier candidato contrincante: la inflación. A final de cuentas, la ciudadanía es altamente sensible al detrimento de su nivel de vida. La actual administración ha tenido que enfrentar periodos de elevada inflación que han encarecido los costos de energéticos y bienes básicos. Por lo tanto, los candidatos deberán de enfocarse en ofrecer a la población soluciones a los problemas más inmediatos y palpables, como es el incremento en el costo de vida.
Biden ha adoptado como lemas de su campaña 2024, las frases “batalla por el alma de la nación” (en inglés, battle for the soul of the nation) y “acabemos el trabajo” (en inglés, let’s finish the job). Las ventajas o desventajas mercadológicas de dichas frases son debatibles. No obstante, si el poder adquisitivo de la población se vio afectado durante la actual administración, convendría a los candidatos priorizar hacer una campaña de pragmatismo (e. g. recuperar el nivel de vida), y no de idealismo.