A la actual directiva de la MFL que encabeza Miguel Santos, le restan cinco meses y medios para decirle adiós, por lo que deben preparar toda la papelería y documentos necesarios, pues de que les pedirán cuentas los que vienen, ni duda cabe.
Para quienes están cerca del futbol americano infantil en Monterrey saben que las diferencias entre los que están aún al mando de la liga y quienes llegarán para enero próximo son muy grandes, pese a que el futuro titular de la MFL sea su Vicepresidente, Jesús Carrera.
Por un lado, quienes hoy comandan la liga no son muy dados a documentar lo que pasa en la liga, incluso tocar temas duros o que requieren una investigación hasta le puede costar al presidente de algún club su expulsión de las juntas de la MFL, si no pregúntenle al titular de Búfalos, Daniel Torres, quien por reclamar una sanción a su juicio ilegal para uno de sus jugadores le costó la sanción.
Y ni que decir de pedir CUENTAS CLARAS, se ven las caras y hasta sonríen cuando algún club les solicita cuentas tal y como lo señalan los estatutos de la MFL. Pero para ellos, los actuales directivos, es un acto de rebeldía por lo que se tienen que ir de las juntas.
Ahora la situación no será tan fácil, porque les aseguramos que antes de que tome posesión Jesús Carrera y su gente pedirán una auditoría a fondo de todos y cada uno de los gastos , motivos por los cuales se hizo y con papeles legales, o sea facturas, cotizaciones, depósitos, deudas en caso de existir y mucho más.
No tiene nada de malo el solicitar cuentas, porque el dinero con el que cuenta la MFL es de los padres de familia de todos y cada uno de los agremiados, de tal manera que solicitar una buena auditoría está en el camino correcto. Como dice el dicho, “Cuentas claras y el chocolate espeso”.
Se han dejado pasar tantas ilegalidades en la MFL, como la falta de informes financieros como lo marca la ley, actas de juntas, explicación de sanciones, viajes innecesarios y mucho más, por lo que o los que parte explican todo y de manera clara, o tendrán serios problemas ante quienes vienen, que no dudarán en ir hasta las últimas instancias.