Si uno vive en la impostura y otro afana en su ambición
Da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos
Caradura o polizón
Tango Cambalache / Enrique Santos Discépolo
De acuerdo a la Academia Mexicana de la lengua, la definición de la palabra “margayate” es como sigue: “Vulgarismo mexicano, por revoltijo, escandalera, desorden, mitote, gazapera, rebujiña, alboroto, confusión, etcétera… lío que se hace intervenir en un negocio y lo hace ininteligible o insoluble…”
Y a usted dilecta lectora, dilecto lector ¿no le suenan las nueve letras de “margayate” a lo que estamos viviendo en estos días los nuevoleoneses y los mexicanos?
La rebatinga que se armó en las filas políticas de todos los partidos y en todos los sectores e instituciones de Nuevo León por la repentina renuncia del linarense y panista Fernando Adame a su curul en el Congreso, dejó a medio mundo con la cara de “what?”. Y más cuando trascendió que María Amparo Adame, su hermana, era su suplente en la diputación ¡Y renunció tras él!
El “rumorómetro” aceleró a millón cuando acto seguido, los integrantes de la bancada de Movimiento Ciudadano saludaron a Óscar Flores, como su nuevo integrante de este de ese grupo legislativo… Para ser eclipsados enseguida por los panistas les dieron madruguete con la designación de una tal Cecilia Robledo, de quien me dicen, su único mérito, es ser la fotógrafa personal de Mauro Guerra Villarreal, uno de los dueños del PAN en el estado.
El deber ser, según expertos en esos temas legales, es que la suplencia ante la renuncia de los Adame debió ser ocupada por el segundo mejor votado del mismo partido político del que abandona el cargo, y por aquellito de tal y como establece la Constitución la paridad de género, tendría que ser varón. Pero ya ve usted que el PRIAN hace lo que quiere con uno de los últimos cotos que le quedan en el estado.
Ahora que las abruptas renuncias de los hermanitos Adame me dicen que obedeció a presiones, porque a Fernando lo agarraron con los dedos detrás de la puerta, por unos negocios con unos terrenos cercanos o aledaños a la aun no inaugurada Presa Libertad. Y que le dijeron como al chinito: “coopelas, o cuello”. Eso me dijeron.
Me pregunto si por eso fue que se citó con Adrián González, abogado de connotados panistas en el Vips de Garza Sada y Las Torres la semana pasada.
ALCALDE DE LAMPAZOS AL BORDE DE UN ATAQUE DE NERVIOS
El alcalde de Lampazos, Nuevo León, José Luis Santos Martínez, panista él, está en el ojo de un huracán, luego de que trascendió que resultó como presunto responsable de un accidente vial en el que perdió la vida un bebé de menos de dos años de edad.
Peor se la platico, porque me cuentan que la mano de José Arturo Salinas Garza, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Nuevo León, está metida hasta el fondo para proteger a su compadre, mientras la indignación crece en la vecina Saltillo, donde vivía el infortunado con sus padres.
¿CON DIOS O CON EL DIABLO?
Ya dijeran los oriundos de Atongo, mi tierra adorada, más asegunes tienen los nuevos libros de texto que batracios hay en el Río Ramos.
Que si hablan de sexo anticipado, que si influyen en la adopción de patrones de género, que se pasan de inclusivos, que contienen errores de contenido, que son comunistas y buscan adoctrinar a la niñez, y este fin de semana agréguele usted cualquier otra cosa que haya oído por ahí y luego si es de Nuevo León, súmele el dilema existencial que a continuación le describo:
Los gobiernos estatales de Chihuahua, Guanajuato, Coahuila y Jalisco, todos ellos emanados de institutos políticos contrarios al partido de nuestra cabecita de algodón nacional, es decir, del presidente Andrés Manuel López Obrador, han fijado posicionamientos en el sentido de frenar o posponer el reparto de libros de texto aun a pesar del inminente inicio del próximo ciclo escolar, provocando con ello la ira presidencial vertida a través de descalificación y amenazas a los opositores.
En Nuevo León la sociedad civil representada por cámaras, ONG’s, asociaciones de padres de familia, académicos y ciudadanos como usted y como yo, han manifestado total rechazo a los nuevos libros de texto, y he aquí el dilema para Samuel García, como diría Hamlet “to be or not to be” (seguro usted conoce bien la cita porque sí tuvo un buen libro de texto de los anteriores).
¿Será el gober naranja fiel a sus ideales de romper con prácticas de la vieja política que pretenden imponer mañosos modelos educativos para aleccionar a la niñez a su conveniencia, será sensible y solidario a lo que sus gobernados le demandan?
O por el contrario permanecerá Samuel inconmovible al clamor general y persistirá en su postura de no pelearse con el presidente, quesque pa’que nos vaya bien en Nuevo León.
¿Secundará Samuel la postura del gobernador emecista de Jalisco, Arturo Alfaro que ya dijo no a los libros? ¿O negará la cruz de la misma parroquia naranja en la que ambos comparten su culto?
Sobre los nuevos libros de texto existen en Nuevo León dos posturas encontradas, una representa el bien en la educación, la otra lo contrario, una puede ser divina y la otra maligna, defina usted las posiciones, cualquiera que sea el caso el infierno será para quien deberá decidirse entre su pueblo fiel o su “tata mandón” convenencieramente amistoso.
Pero no se puede estar bien con Dios y con el Diablo… ¿O sí?
