El gobernador Samuel García requiere del apoyo de un especialista que lo oriente en sus crisis emocionales que lo están llevando causar cicatrices.
De las descalificaciones y agravios partidistas pasó a los insultos personales, no solo hacía diputados, alcaldes, sin ahora hasta con medios de comunicación.
En su última diatriba injurió a un articulista porque, según, “criticaba sin haber hecho alguna campaña política”. Su ofensa tiene un claro destinatario.
El articulista que lo criticó acremente fue, el Vice-Presidente del Consejo del Periódico El Norte, Rodolfo Junco, quien con el seudónimo del “Abogado del Pueblo” escribe la columna “Fricase”.
Se equivoca Samuel al rebajar su imagen con su grosero lenguaje, impropio de todo un profesionista que se vanagloria de contar con tres doctorados.
Deja mucho que desear su comportamiento similar al del presidente Andrés Manuel López Obrador ante sus opositores, sean políticos o articulistas.
Caerá en lo farsante si imita al presidente, pero éste tardó 14 años en titularse. En el caso de Samuel, proviene de colegios y universidades reconocidas.
Ofender a “prianistas” con insultos, causa cicatrices en familias democráticas, donde padre e hijos tienen ideologías distintas que las dirimen con respeto.
A Martha Herrera, le ha de partir el alma. Es hija del ex alcalde y ex presidente del PRI, Oscar Herrera. De dónde cree que salió para su preparación.
Con su fobia o mofa contra “los viejillos”, se lleva de encuentro a Andrés Manuel, Dante, Fernando Elizondo, Nati, Carlos Garza, Javier Navarro y otros.
El poder y la juventud se acaban. Por ello le urge a Samuel un especialista, conste, no propiamente un psiquiatra o psicólogo, pero sí un especialista.