Todo el mundo tiene un capítulo que no ha leído en voz alta. Todos tenemos algún momento en nuestras vidas complicado, difícil, que no queremos que los demás se enteren, que no queremos hablar de ello, que no queremos enfrentarlo. La verdad es que la vida no es fácil, ni tampoco es justa. Ni la política ni el trabajo ni la escuela aceptan términos de meritocracia.