Los fenómenos inexplicables han ocurrido desde que la humanidad existe, no siempre dejando rastro de ello. Dependiendo de la época, quienes los presencian buscan explicaciones con las armas intelectuales que tienen disponibles al momento. Una de los más famosos es el ocurrido en la ciudad alemana de Nuremberg en 1561. De ello tenemos constancia que dejó Hanns Glaser, un impresor de libros y xilograbador en un documento de 26.2 cm por 38.0 cm que actualmente se custodia en la Biblioteca Central de Zúrich, en Suiza. Este informe de Glaser y el grabado en madera que lo acompaña fueron hechos en 1566 bajo el título: «Una cara inusual / apareció en el sol». Esta es su relación:
“En la mañana del 14 de abril de 1561, al amanecer, entre las 4 y las 5 de la mañana, se produjo una horrorosa aparición en el sol, y luego esto fue vista en Nuremberg en la ciudad, ante las puertas y en la región, por muchos hombres y mujeres. Al principio aparecieron en medio del sol dos arcos semicirculares de color rojo sangre, como la luna en su último cuarto. Y en el sol, arriba y abajo y en ambos lados, el color era sangre, había una bola redonda de color ferroso parcialmente opaco y parcialmente negro. Del mismo modo, en ambos lados y como una rosca sobre el sol, había unos rojos como la sangre y otras bolas en gran número, unas tres en línea y cuatro en un cuadrado, también algunas solas. Entre estos globos había visibles algunas cruces rojas como la sangre, entre las cuales había franjas de color rojo sangre, cada vez más gruesas en la parte trasera y en la parte delantera como juncos entrelazados, entre ellas dos barras grandes, una a la derecha, la otra a la izquierda, y entre la pequeña y la grande había tres, también otros cuatro y más globos. Todos éstos comenzaron a luchar entre ellos, de modo que los globos, que estaban primero en el sol, volaron hacia los que estaban parados a ambos lados, luego, los globos que estaban fuera del sol, en las barras pequeñas y grandes, volaron hacia el sol.
Además, los globos volaron de un lado a otro y lucharon con vehemencia durante más de una hora. Y cuando el conflicto dentro y fuera del sol era más intenso, se fatigaron hasta tal punto que todos, como se dijo anteriormente, cayeron del sol hacia la tierra «como si todos ardieran» y luego se desperdigaron en la tierra con un inmenso humo. Después de todo esto había algo así como una lanza negra, muy larga y gruesa, avistada; el eje apuntaba hacia el este, el asta apuntaba hacia el oeste. Lo que sea que signifiquen tales signos, solo Dios lo sabe. Si bien hemos visto, poco después uno tras otro, muchos tipos de signos en el cielo, que nos envía el Dios todopoderoso, para llevarnos al arrepentimiento, todavía somos, desafortunadamente, tan desagradecidos que despreciamos tales signos y milagros tan altos de Dios. O hablamos de ellos con ridículo y los descartamos al viento, para que Dios pueda enviarnos un castigo aterrador a causa de nuestra ingratitud. Después de todo, el temeroso de Dios de ninguna manera descartará estas señales, sino que lo tomará en serio como una advertencia de su Padre misericordioso en el cielo, remendará sus vidas y rogará fielmente a Dios, para que pueda evitar su ira, incluido el pozo. Merecido castigo sobre nosotros, para que podamos vivir temporalmente aquí y perpetuamente allá, como sus hijos. Por eso, que Dios nos conceda su ayuda, Amén. Por Hanns Glaser, pintor de letras de Nuremberg”.
En 1561 Glaser también observó cambios en la superficie de la luna, que registró en otro grabado en madera.
Con la cercanía de la Reforma Protestante introducida en Nuremberg 36 años antes, la población local interpretó esto como una advertencia divina de no renunciar a la fe correcta recién abrazada. Los ufólogos actuales interpretan el informe gráfico de Glaser como un aterrizaje de ovnis o incluso como un registro de una batalla de naves espaciales sobre Nuremberg. Algunos meteorólogos creen reconocer en los dos objetos cilíndricos que corren oblicuamente hacia abajo, el fenómeno del “sol secundario” y las otras líneas tienen efectos de halo similares, fenómenos que se presentan cuando una capa de aire muy fría en la parte superior produce una interfaz de cristales de hielo muy delgados que difractan la luz y producen ese tipo de fenómenos, sin embargo no son capaces de explicar el fenómeno de “la batalla”.
