1.Mariana Rodríguez, en campaña
Sin comprar boleto, se sacó la lotería Samuel García, gobernador con licencia de Nuevo León, quien seguro da gracias al Creador de tener una esposa joven, carismática e influencer, encargada de hacer los spots para su precampaña.
Eche usted la pluma de la lanota que se está ahorrando su equipo al usar la figura de Mariana Rodríguez para hacerle llegar votos a su marido, que sin ella de plano no tendría ni los de su colonia.
Así de feo está echada a perder la política. Y no es que esté mal que Mariana apoye la candidatura de su esposo, lo que sí está fatal es que en los spots el precandidato del Movimiento Naranja no figura para nada y cuando andan en mítines van los dos de la mano, como en pasarela, en eventos que más se parecen a la entrega de los Grammys que a un mitin político.
Da terror volver a escuchar el término “pareja presidencial”, ¿o no?
2.Al rescate de Xóchitl Gálvez
Se le trancó muy feo la carreta a la ex senadora panista Xóchitl Gálvez, pues de plano no levanta en las encuestas hacia la presidencia.
Anoche nos enteramos que buscando quién le eche la mano para enderezar el barco pidieron la ayuda de Max Cortázar, quien fuera vocero del ex presidente Felipe Calderón y quien será vocero también de la candidata del Frente Amplio por México.
En entrevista hoy por la mañana en el noticiero del periodista Ciro Gómez Leyva, Cortázar aseguró que no le asusta la enorme desventaja que tiene la panista frente a Claudia Sheinbaum, a quien la mayoría de las encuestas dan por ganadora y dijo que hay tiempo para ganar.
Veremos, dijo un ciego. Han sido demasiadas metidas de pata de doña Xóchitl, a quien incluso la comentocracia más alineada a la derecha no le ve mucho futuro y al mismísimo Joaquín López Dóriga se le chispoteó al decir que a los partidos les importa “un pito” la precandidata del Frente.
3.El teacher, misógino
“Hay tiro” entre el periodista Joaquín López Dóriga y la precandidata morenista a la jefatura de gobierno capitalina. Clara Brugada.
Y es que vaya formas de entrevistar del “teacher”, quien en tono grosero y sí, machista, le preguntó a Brugada cómo pretendía ganar la contienda si había “perdido” la encuesta y se le había dado el triunfo por el tema de la paridad de género. O sea, casi casi le “hicieron el favor”.
Qué trabajo les cuesta a muchos entender que el tema de la paridad no es “hacerle el favor” a nadie. Las mujeres hace mucho que ocupamos puestos relevantes en la política, pero no se podía visibilizar lo suficiente debido a la aún escalofriante mayoría varonil en los partidos políticos.
Pero el teacher, como muchos ignorantes y mala leche, intentó menospreciar a la morenista e incluso le decía “señora”, una y otra vez en tono peyorativo, pues para algunos retrógradas ese adjetivo lo usan para discriminar a una mujer por su edad.
Lo bueno es que Clara Brugada no se dejó y en vivo y a todo color le puso una merecida tunda al comunicador, que en lugar de reconocer su error se victimizó y casi llora, recordando que fue criado por una mujer.
No hemos entendido nada.
La poca ética del periodista fue aberrante y encima no aguantó vara cuando la ofendida (ella sí) respingó.
En este mundo de igualdades, debemos aprender a caminar juntos.