Si te encariñas de un gato, que no te encariñes del poder
Adagio de los políticos
La nobleza del individuo procede de la virtud, no del nacimiento. En la antigua Roma había personas que se comparaban y se sentina grande al decir “valgo más que tu porque mi padre fue cónsul y además soy tribuno, y tú no eres nada”.
Vanas palabras y aún más vano el pensamiento, ya que, si ambos individuos fuesen caballos, y el primero dijese que su padre fue el más ligero de los caballos en su tiempo y el otro individuo tiene alfalfa y avena en abundancia y además soberbios arneses, le contestaría: lo creo, pero corramos juntos.
¿No hay, asimismo, en cada individuo que le es propio, como al caballo la velocidad, algo por lo cual se conoce su calidad y se estima su verdadero saber? Y este algo ¿no es el pudor, la honradez y la justicia? Muéstrame, pues, la ventaja que en todo me llevas, hazme valer que como ciudadano vales más que yo y te considerare superior a mí.
Porque si no me dices que, sino que sabes rebuznar y dar coces, te contestaré que te envaneces de cualidades propias de un asno o un caballo, pero no de un individuo.
Cuando se consumó la independencia en nuestro país, se constituyó como una república, hubo dos intentos de colocar una monarquía, en ambos intentos solo lograron convulsionar al país y tuvieron que abandonar esa idea quienes empujaron dicha idea al no encontrar suelo fértil en nuestro país.
Después de la revolución cuando el Plutarco Elías Calles, creador de las instituciones, fracasó en el intento de llevar a su hijo a tomar el puesto de gobernador del estado de Nuevo León, ya que las instituciones de nueva creación rechazaban cualquier intento de generación de linaje que derivase en una especia de monarquía.
Ya en el México de la vida partidista se veían ejemplo como el de Rubén Figueroa, quien gobernó Guerrero en los 70´s y su hijo Rubén Figueroa Alcocer lo hiciera en los años 90´s. Alfredo del Mazo Vélez, así como su hijo Alfredo del Mazo González y su nieto Alfredo del Mazo Maza gobernaron el Estado de México con más de 20 años de diferencia entre ellos mismos, y el colmo el del ex presidente López Portillo quien se jactaba del “orgullo de su nepotismo”.
En la elección a gobernadores de 1998 en nuestro país, hubo políticos que aspiraron a gobernar su estado natal como lo hicieran sus padres. Algunos obtuvieron el triunfo como fue Miguel Alemán Velasco y José Murat Casab, hubo algunos otros que tuvieron que pasar el trago amargo de la derrota como Héctor Hugo Olivares Ventura en Aguascalientes y Joaquín Cisneros Fernández en Tlaxcala. Tomando en cuenta que Roberto Madrazo gobernaba Tabasco como su padre, y Manuel Bartlett Díaz Gobernada Puebla cuando su padre había sido gobernador de Tabasco.
En el México democrático se dio con mucha más intensidad este fenómeno, ya que la familia Joaquín en Quintana Roo, la familia Echavarría en Nayarit, la familia Monreal en Zacatecas, la familia Cisneros en Tlaxcala, la familia Sabines y Velasco en Chiapas.
En esta elección parece que veremos muchos jóvenes que aspiran a ser política bajo la sombra de sus progenitores, sin poder demostrar alguna de virtud, algunos de ellos ya han tenido la oportunidad, pero han sido un fiasco, son como las flores sin aroma, pero con mucho cariño por el poder y el privilegio que de el emana.
Esperemos que en Nuevo León se dé el rotundo no a este paso de republica a monarquía disfrazada, como sucedió en la elección de 1935. Ya que si en una Republica hay desigualdades, en una monarquía esas desigualdades serán ley. Independientemente del PRISMA con el que se vea.
Epílogo: En la antigua Roma, el emperador Nerón no se alarmó cuando oyó la profecía del oráculo de Delfos: “Teme a los setenta y tres años”. Ya que Nerón apenas contaba con treinta años, y el término que su dios le dio, era suficiente para prepararse a los peligros que le esperarían durante su vida.
Un poco cansado, Nerón regresa a Roma, deliciosamente embelesado por un viaje de días llenos de excesos de placer, en teatros, jardines, gimnasios; noches en ciudades aqueas; sobre todo el gozo de los cuerpos desnudos…
Esto pensaba Nerón, mientras en Hispania, Galba en secreto reúne y entrena a su ejército, ese viejo general de setenta y tres años.