Denise Dresser no cometió violencia política contra la diputada
Muy envalentonada parecía Andrea Chávez cuando demandó a la periodista Denise Dresser y la acusó de ejercer contra ella violencia política en razón de género.
La molestia de la morenista se debió a comentarios emitidos por la periodista y ella alegó que se sintió violentada como mujer y como diputada.
Andrea fue más allá.
En su enojo al ser exhibida por la prensa usando un avión privado para trasladar a su familia, además de lucirse sin recato muy cercana al entonces “corcholata” de su partido, el ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López, intentó demandar a una veintena de comunicadores, pero al ser balconeada en distintas columnas periodísticas a nivel nacional, desistió y solo siguió atizando a la politóloga.
El Tribunal Electoral falló en contra de Dresser y le impuso una sanción económica por 20 mil pesos, pero la comunicadora impugnó la sentencia.
El chirrión le salió por el palito a la joven diputada. Las redes sociales dieron cuenta hoy miércoles que el Tribunal le dio la razón a Dresser, bajo el argumento de estar ejerciendo su libertad de expresión.
La columnista no deberá pagar nada, y tampoco será inscrita en el padrón de violentadores, ni ofrecerá una disculpa pública a Andrea.
La decisión del Tribunal sentará un precedente para que los comunicadores ejerzan con libertad su profesión.
Actualmente hay varios periodistas inscritos en ese patrón, algunos reconocidos como Carlos Marín y otros muchos menos famosos, periodistas que solo hacen su chamba y que ante los hechos deshonrosos como el que cometió Andrea Chávez, nadie debe callar.
Los abusos que cometen algunos políticos, que se placean sin pudor creyéndose intocables, insultando a la población con suntuosos lujos y ventilando su vida personal para luego decirse agredidos.
¿No es suficiente con las agresiones que viven los periodistas un día sí y otro también desde Palacio Nacional?
Bien por el Tribunal. Que siga la libertad de prensa.
CLAUDIA EN APUROS
Se incendia el cuartel de guerra de Claudia Sheinbaum pues el presidente López Obrador está que no lo calienta ni el sol desde que su otrora hija consentida demostró tibieza en su defensa con el tema de las presuntas donaciones recibidas por el Cártel de Sinaloa para su campaña en 2006.
La regañiza salpicó y feo también a Mario Delgado y miembros de la plana mayor de su partido, quienes andan con la cola entre las patas y más después del viaje de Xóchitl Gálvez a Estados Unidos, a quien quisieron denostar y amedrentar mandando una bola de porros para gritar consignas contra ella.
Los morenistas están fraguando cómo levantar a Claudia, pues la visita de su oponente a Nueva York y Washington los puso a temblar.
Para taparle el ojo al macho y querer mostrar el músculo Sheinbaum empezará su campaña en el Zócalo Capitalino, lugar emblemático e idóneo para llevar a los borregos, que desde toda la república mexicana ya se organizan en camiones y lonches para vitorearla.
En varios estados nos han comentado que los burócratas están sentenciados a ir a la de “chaleco” y de negarse habrá sanciones.
Va a estar duro el acarreo.
