Dirigente del panismo quintanarroense en sus tiempos de decadencia, la cancunense Reyna Tamayo Carballo es para muchos blanquiazules un “caballo de Troya” al servicio de Morena, el partido en el poder que parte como amplio favorito en esta elección, reforzado por los verde ecologistas.
Comadre de la gobernadora morenista Mara Lezama, Reyna ya solicitó licencia como regidora para ir por la diputación local pluri como número uno y tendrá segura su llegada al Congreso local que ha sido dominado por la Cuarta Transformación en las últimas dos legislaturas, y con todos los pronósticos a su favor para llevarse otro “carro completo”.
Y Reyna Tamayo ganará mientras su partido sigue arrodillado desde que lo abandonaron o se hicieron a un lado sus líderes más competitivas, como los chetumaleños Pepe Hadad Estéfano, Mario Rivero Leal, Juan Carlos Pallares Bueno y Luis Gamero Barranco, quien ahora compite en Morena persiguiendo la candidatura a la alcaldía capitalina de Othón P. Blanco.
Reyna Tamayo provoca muchas dudas en los panistas genuinos que quieren competirle a la 4T para frenar su caída libre, pero su dirigente estatal no muestra liderazgo desafiante ante el ejército encabezado por Morena.
Al PAN le hizo mucho daño aceptar al ex priista Carlos Joaquín González como candidato externo que ganó la gubernatura en 2016, también postulado por el PRD. Desde entonces perdieron gas y fueron aplastados por el partido del Presidente Andrés Manuel.
El partido blaquiazul tuvo que dar la cara por el joaquinismo, soportando el desprestigio y rechazo creciente que le llovió a Carlos Joaquín, quien se negó a afiliarse al PAN y casi al término de su mandato pactó con Andrés Manuel, quien le entregó la embajada en Canadá.
El escenario para el panismo es complicadísimo en casi todos los frentes, aunque pueden salvar el honor en los municipios de Solidaridad (Playa del Carmen) y Cozumel, aunque sus adversarios quieren ganarlo todo.
Transporte urbano, un sueño en la capital
Chetumal sufre desde hace años por la falta de transporte urbano de calidad y contempla con envidia el sistema de transporte público de excelencia que presumen en el vecino Mérida, capital de Yucatán, un estado gobernado por el PAN.
Incluso en Cancún ya fueron presentados autobuses climatizados con los colores de Morena, porque su alcaldesa Ana Patricia Peralta no iba a desperdiciar la oportunidad de lucirse, porque va por la reelección que sabe segura.
El servicio de transporte público lo disfrutó por breve espacio el chetumaleño por una exitosa gestión de su alcaldesa priista Cora Amalia Castilla Madrid, quien logró que una filial de la empresa ADO brindara el servicio con autobuses climatizados, pero abandonaron el negocio porque el Ayuntamiento les negó la autorización para subir la tarifa.
Alcaldes han llegado y se han marchado con los colores del PRI, de la coalición PAN-PRD y ahora de Morena, sin que hayan dado un paso en firme para devolver el transporte urbano a la capital del Caribe Mexicano que Andrés Manuel propuso como sede de la Secretaría Federal de Turismo (SECTUR), sin que su titular Miguel Torruco Marqués haya iniciado la prometida mudanza.
