La propaganda electoral se da en diversas formas: directa, indirecta, disfrazada, manipulada, sucia y de guerra sucia. El discurso de los xochitlistas cuando afirman que sólo hay dos opciones es una forma de propaganda indirecta.
La propaganda atiende al consciente y al inconsciente de los electores. Cuando afirman que sólo hay dos opciones buscan sembrar en el interior de las personas que deben elegir entre candidato A y candidato B, como si fuera entre blanco o negro. La realidad es distinta a esa propaganda, existen dos opciones más: la C que refiere al candidato de MC y la D que representa el voto nulo (es votar anulando).
La justificación de esa propaganda es que sólo Xóchitl tiene posibilidades de derrotar a Claudia, con ello se dirigen al casi 50% del electorado que rechaza a la 4T y sus candidatos. Esto es también falso; según las encuestas, desde que inició el proceso de pre, pre, precampañas y hasta el día de hoy, la candidata del frente opositor se ha mantenido muy abajo de las preferencias. Siempre por debajo de la morenista por más de 15 o 20 puntos porcentuales, esto reconocido por la misma candidata opositora.
En esas condiciones tampoco tiene posibilidades de ganar, ni siquiera arrebatando todos los votos al candidato Jorge Álvarez Máynez de MC. En consecuencia, es falso que alguno de los opositores tenga posibilidades de ganar.
Según la estadística va sola en la contienda presidencial la candidata del oficialismo, pero las estadísticas son sólo eso, estadísticas. Por tanto, tiene las mismas posibilidades Xóchitl que Jorge, quizá ella con mejor posicionamiento, pero no es imposible el triunfo de cualquiera de los opositores, aunque anular el voto también es una opción para quienes desprecian el manejo que los partidos dan a la democracia.
Lo que puede suceder en los próximos 85 días de campaña es que: a) Claudia se mantenga, suba en preferencias o baje; b) Xóchitl suba, se mantenga o baje; c) Jorge suba o se mantenga; en él no hay opción a la disminución pues eso desaparecería al partido y estando en el sótano electoral, todo el camino es hacia arriba en las preferencias.
La ruta que ha tenido el proceso en los pasados siete meses es que Xóchitl tuvo un surgimiento explosivo, luego bajó la burbuja creada y se mantuvo en lo que sería el voto duro anti 4T, el 30 a 35% de las preferencias efectivas, pero eso no le da para ganar.
La propaganda siendo fastidiosa, aberrante, poco atractiva y diseñada como somnífero, poco influye en el electorado. Las que sí trabajan en la parte emocional, en el inconsciente son dos: la que se realiza de boca en boca y la que pretende despertar ira o miedo en los electores.
Esperemos mucha propaganda disfrazada, esa que realizan liderazgos de opinión, los miembros del círculo rojo en favor o contra alguna opción, como sucede con periodistas quienes descartan a prior a Álvarez Máynez como si la pelea electoral fuera sólo entre mujeres, corrijo, en este momento no hay pelea, Xóchitl tampoco está siendo rival.
La publicación de las encuestas entra en la categoría de propaganda disfrazada, esa que influye en el interior de los indecisos y refuerza el mensaje de los grupos duros entre los candidatos.
Las encuestas sirven para que los indecisos se sumen en mayoría a la opción ganadora, pues al no tener definición, prefieren estar del lado de los ganadores. En los grupos duros, permite afianzar la identidad y divulgarla abiertamente pues da pertenencia al grupo y en los perdedores desalientan el activismo.
Aprendamos a leer la propaganda para que no nos manipulen.
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