Siempre he dicho que la soledad impuesta por uno mismo suele ser maravillosa, seductora e irresistible.
Y siempre he dicho que la soledad impuesta por la vida suele ser terrible, insana, destructiva.
“Bebé reno” (“Baby Reindeer”) habla precisamente sobre eso; la soledad de dos seres humanos que están en el abandono y deterioro emocional y sentimental y que buscan desesperadamente dónde y cómo mitigar esa falta de amor, de comprensión y compasión.
“Bebé reno” es una historia arrancada de la vida real y le sucedió a Richard Gadd, creador y protagonista de esta miniserie británica de 7 capítulos.
Donny Dunn es un empleado de un bar, ahí conoce a Martha, una mujer de regordeta figura, poseedora de una estridente risa que se escucha hasta el fin del mundo.
El tremendo error de Dunn fue dejarse llevar por la aparente dulzura de Martha y ser bondadoso al brindarle un té, cortesía de la casa, ya que la precaria situación económica de ella no le alcanza ni para pagarse un refresco.
Este gesto amable, Martha lo toma como un acto de amor para con su persona y se aferra a él como un último suspiro en su vida.
Esto provoca inconformidad en Dunn quien tiene que soportar verla todos los días en el bar por largas horas y por si fuera poco, tolerar su presencia a donde quiera que va.
Dunn percibe que su admiradora no está bien de sus facultades mentales y más cuando a diario le manda más de 100 whatsapp y más de 100 propuestas indecorosas.
“Bebé reno” nos habla de ese abandono del ser humano, de esa lucha por ser aceptados y amados en un mundo en el que a pesar de que hay millones de habitantes, aún hay gente que está sola.
Gadd denuncia ante las autoridades este acoso, aunque en muy en su interior, su ego está a mil.
Y es que a nadie le interesa la vida de un fracasado como él, más que a Martha.
Por el momento, la denuncia no procede y tiene que seguir por meses y meses ser la víctima de Martha.
Pero esta situación se torna enfermiza para él ya que encuentra un placer escuchar las amenazas de ella.
Incluso, cuando logra ya no verla, esperaba el momento con franco frenesí para escuchar los audios insolentes y cargados de connotaciones sexuales que Martha le arrojaba a su persona por medio de Whatsapp.
“Bebé reno” es un drama con tintes de humor negro, con pasajes de la vida del autor que escandalizan pero que forman parte de un entorno que se dibuja sucio y oscuro, lleno de soledades y de cancones dramáticas y tristes de Gilbert O’Sullivan (“Alone Again”) y Bee Gees, (“I Started a Joke”) y muchas más.
Jessica Gunning en el personaje de Martha, ofrece una actuación tan intensa que de alguna manera me recordó a la que hizo Kathy Bates en “Misery”, (1990).
A Donny Dunn no hay que pedirle nada, es él encarnándose a él mismo.
Está en Netflix, son 7 capítulos de media hora a un ritmo vertiginoso e interesante y, en una escala de 5 al 10, “Bebé reno” alcanza un 8, muy bien merecido, ese final me alteró los nervios… y mucho.
