“Nunca hay nada excesivo cuando se trata de servir bien a su pais”
Ignacio Ramírez Calzada “El Nigromante”
Decidir entre el pensamiento esencial de la postura de un partido político y la practicidad que implica el pragmatismo, que no se apegue a las teorías dogmáticas, puede resultar muy costoso en la práctica política. Históricamente, los antecedentes que han determinado los rumbos de las organizaciones políticas nos indican que cuando una institución política se aleja en la práctica de su teoría dogmática, se rompen los vínculos básicos que conformaron su base social, convirtiéndose en un mero cascarón.
Ejemplos del PRI, el PAN y el PRD respaldan esta teoría. A medida que el PRI se fue alejando en la práctica de los principios liberales y revolucionarios, permitiendo el involucramiento de personajes que contravenían sus principios fundamentales, dicho partido se fue convirtiendo en una antesala de poder para vulgares ambiciosos y corruptos. Esto desplazó a individuos que sentían un compromiso de identidad y poseían un sentido de pertenencia, transformándolo en la principal plataforma política que permitió al neoliberalismo ingresar a nuestra nación como cuchillo en mantequilla. Los otros dos partidos políticos también se alejaron de sus principios dogmáticos, convirtiéndose en cómplices del PRI.
Cuando MORENA dejó de ser un movimiento social y se convirtió en un partido político, adoptó como principales dogmas principios básicos como “no robar, no mentir y no traicionar”, con los cuales atrajo a diversos líderes de izquierda y a una sociedad emocionalmente molesta con las diversas fuerzas políticas. Esto convirtió a MORENA en la principal fuerza política del país, llevando a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia y logrando la mayoría en el congreso. Sin embargo, a medida que MORENA fue creciendo de manera abrupta, se gestaron compromisos con fuerzas políticas o individuos que han venido contraviniendo los principios dogmáticos de esta fuerza política. En la práctica del ejercicio del poder, MORENA está cometiendo los mismos errores que las demás fuerzas políticas cometieron en el pasado.
El pragmatismo en MORENA, al cumplir espacios tanto en candidaturas como en el servicio público, está contraviniendo sus propios principios al imponer personajes que han sido señalados como traidores y corruptos, desplazando a aquellos que, en la lucha cotidiana política, fueron creadores del Movimiento de Regeneración Nacional. Según se ve, los destinos de MORENA no serán distintos al resultado al que se convirtieron las fuerzas políticas anteriormente mencionadas.
Por tanto, la dirigencia de MORENA y la futura presidenta de la República se encuentran en la disyuntiva de rectificar el rumbo para corregir el destino que, de continuar en el mismo camino, será la paulatina muerte de este movimiento.
Al interior del MORENA existe un resentimiento en las bases, desde el sentirse utilizados por las dirigencias, a los cuales las dirigencias los usan para entregar volantes y mover banderas en la calle, a su vez los morenistas solo ven a las dirigencias como meros gandallas que capitalizan la oportunidad que les fue otorgada para sacar tajada económica, en complicidad con los arribistas que ni sentido de identidad y menos de compromiso tiene con la cuarta transformación menos aún, tienen la plena convicción de cumplir con el sentido dogmático que atrajo a tantos simpatizantes, esta base social morenista, son los que recorrieron las calles y tocaron las puertas antes que el proyecto social diera a luz al morena, compañeros que desde las luchas estudiantiles de los años 60´s y 70´s, de la lucha sindical autentica que buscaba mejorar la vida de la clase trabajadora en esas décadas incluyendo los 80´s, los que desde diversas agrupaciones políticas y sociales de izquierda conformaron el frente democrático nacional, el frente cardenista de reconstrucción nacional que dieron origen al cascaron que es hoy el PRD quien en su momento llevó a cabo las mismas prácticas que hoy se ven en el morena, bien dijo el luchador social e ideólogo de la izquierda regiomontana Agustín Acosta el morena es una reedición del PRD, esa base que conformo desde 2004 el proyecto alternativo de nación, la base morenista ha sido traicionada.
La selección de candidatos no se dio cumpliendo con lo que estipula el estatuto, es decir que la gran mayoría de los candidatos que postula el morena son espurios pues muchos de ellos ni siquiera eran miembros activos del partido, otros por acuerdos cupulares o copulares en mucho de los casos en acuerdos con otros partidos que conforman la alianza que se tiene con el PT y con el VERDE ECOLOGISTA incluso con los adversarios políticos, todo en lo oscurito como actúan los ladrones y traidores, en Nuevo León es el caso tal cual se menciona en este texto. Contados son los casos de compañeros que en la lucha diaria, en campo, con ideas congruentes, cuya trayectoria intachable les otorga ese derecho de participar pues la empatía con la base moralmente les obliga a aparecer en la boleta, muchos que cuentan con ese trabajo con esas virtudes de honestidad, inteligencia y congruencia se quedaron fuera del camino por las malas prácticas de la dirigencia, tales son los casos de los compañeros como René González, Guillermina Alvarado, Betty Barrón, Santiago González, Ignacio Orozco, mi reconocimiento y mi máxima y honesta buena voluntad para ellos, que el voto les respalde para que representen con dignidad la continuidad de la cuarta transformación en Nuevo León.
Si el partido hubiera actuado conforme a sus propios principios y, la parte medular del gobierno relacionada con la parte mas básica del gobierno morenista del presidente Lopez Obrador que atiende las causas sociales mas apremiantes como lo es LA SECRETARIA DE BIENESTAR hubiera llevado a cabo sus funciones conforme al proyecto de la cuarta transformación, al menos en Nuevo León, se hubiera incentivado aun mas el trabajo en la base social de la sociedad de Nuevo León, conformando comités seccionales, grupos sociales por colonia, distrito o municipios, con la colaboración del instituto de formación política realmente activa, generando nuevos liderazgos que tuvieran un solvencia política y social que sustentara el anhelo personal de estos para participar dentro de las estructuras del partido en la promoción del voto, como candidatos o como servidores públicos.
Es complicado el trabajo que se ocupa llevar a cabo, pero es necesario, pues al concientizar al pueblo y a la base social morenista obligaría al partido a tomar decisiones solventadas y sus dirigencias tendrían el aval social, sin embargo, las dirigencias y los candidatos en su gran mayoría no cuentan con un respaldo ni social ni moral para encabezar un movimiento tan importante que puede continuar con la transformación de la vida publica que ya se inició.