Las botellas de vino por lo general tienen una capacidad de 750 mililitros debido a razones históricas y prácticas. Durante el siglo XIX, los productores de vino franceses adoptaron esta medida porque sus principales clientes, eran los ingleses, y usaban el galón imperial (4.54609 litros). Para facilitar las conversiones, los barriles de vino de Burdeos se diseñaron para contener 225 litros, equivalentes a 50 galones o 300 botellas de 750 ml.
Esto simplificaba los cálculos comerciales, esa práctica que se mantiene hasta hoy. Además, la capacidad de los sopladores de vidrio para crear botellas de este tamaño contribuyó a su estandarización.
¡Salud!