“Cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras”
Don Quijote
Me escribe un queridísimo amigo: “Obed, adviértele a tus lectores que se agarren de algún chorro de agua, porque en cuanto se de el relevo en las alcaldías, se va a poner peor el tráfico vehicular que ahoga a nuestra ¿querida? Zona metropolitana”.
Y me explica que si ahorita es un caos transitar por Constitución desde Guadalupe hasta los límites con San Pedro, el tramo de Díaz Ordaz oriente frente al Swiss Hospital, es un pantanal de automóviles.
Y dilucida: Colosio le dio permiso a Samuel de construir sus columnas de su Metro pero no hizo lo propio Cristina en Guadalupe, ni Carrillo en San Nico ni César Garza en Apodaca, pero ahora resulta que Adrián de La Garza llega a Monterrey y seguro le va a parar los permisos y en Guadalupe, Héctor García le dará permiso para seguir por Prolongación Madero, así que Dios mío… Y dice la Biblia que vendrán cosas peores.
Señala que todo el problema se nos vendrá encima por el maldito revanchismo y odio que tren entre sí nuestros gobernantes y qué al final pagamos los ciudadanos los platos rotos de esas confrontaciones.
Y es en serio, se presagia un maremágnum de caos viales de infernal dimensión. Así que agarren paciencia de donde puedan y disculpen meterles miedo al adelantarles lo que viene a partir del 30 de septiembre.
ALCALDE MILLONETA
El destape de la fortuna del alcalde panista de Lampazos, José Luis Santos Martínez, quien, de ser jefe de la comuna que hasta el 2020 tenía 5 mil 351 habitantes, pasa a ser empresario inmobiliario internacional, con una propiedad millonaria en Laredo, Texas, cimbró al partido albiazul, tan alicaído de hecho, hasta los cimientos, al menos en Nuevo León.
Y cómo no, si no hay manera de que el munícipe explique cómo le hizo con un sueldo de poco más de 35 mil pesos mensuales, amasar una fortuna, a sus escasos 40 años de edad, que casi pasan el millón y medio de dólares… y solo en una inversión de los 12 departamentos en aquella ciudad texana.
Mucho tendría que explicar José Luis Santos Martínez, si el nuestro fuera un país de transparencia y sólidas instituciones. Que no lo es.
Porque con ese sueldito de 35 mil, tendría el alcalde que ahorrar todo su ingreso por unos 60 o 65 años para acabalar esa inversión.