Ayer excandidatos a la alcaldía de Monterrey publicaron un desplegado en medios, queriendo validar la pasada elección municipal.
Los políticos pueden rendirle pleitesía a quien gusten y manden. Pero quizá toman en este caso el peor de los caminos.
Sobre todo el excandidato de Morena, Mauricio Cantú. Mientras el PRI se dirige a su inminente desaparición, algunos militantes de la 4T en Nuevo León quieren darle un balón de oxígeno al PRI local para mantenerlo vigente en el 2027. ¿Por qué?
Mientras Alejandro Moreno, alias “Alito” pretende perpetuarse como dirigente nacional volviendo al PRI una tarjeta de crédito, personalísima e intransferible, para operar negocios y componendas propias, a todas luces antidemocráticas, algunos militantes de Morena en Nuevo León le ofrecen incienso, oro y mirra a Alito y su élite. ¿Por qué?
Mientras la consigna nacional de la 4T, directamente señalada por Claudia Sheinbaum, es borrar del mapa al PRI de Alito, en Nuevo León un grupito de Morena intenta resucitar al PRI, su viejo e irreconciliable rival, dándole respiración de boca a boca. ¿Por qué?
Mientras la 4T ve con buenos ojos la posible resolución de los Tribunales Electorales de anular la elección de Monterrey, algunos militantes de Morena se solidarizan públicamente con desplegados en favor del PRI local, solapándose en una supuesta legitimidad. ¿Por qué?
En política no hay casualidades. O algunos morenistas de Monterrey no entienden la tendencia nacional de su partido o están saboteando la línea que marca Claudia Sheinbaum. ¿Caballos de Troya?
Finalmente, la pregunta clave: ¿en qué posición quedarían los firmantes incluyendo el excandidato de Morena si el fallo del Tribunal Estatal Electoral de Nuevo León formula la anulación del proceso electoral pasado?
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