El cine como tal se permite muchas licencias y una de ellas es la de jugar con la fantasía, con la imaginación, con hechos que quizás sólo pueden suceder ahí, en la pantalla grande.
Será por eso que no me pondré muy quisquilloso a la hora de decir que “Desaparecidos en la noche”, (“Svaniti Nella Notte”) 2024, es una película italiana que cumple cabalmente con los requisitos del género de suspenso, pero aclaro, no logra ser brillante.
“Desaparecidos en La noche” es un thriller que pone el reflector en Pietro (Riccardo Scamarcio), un hombre que está a un paso del divorcio y antes de que esto suceda, su aún mujer le da permiso de que sus dos hijos pasen una noche con él.
De repente, la vida de Pietro da un giro dramático cuando por arte de magia, esa noche sus dos hijos desaparecen misteriosamente de su casa de campo.
Cabe decir que la vida de Pietro está llena de un turbulento pasado donde las drogas y las deudas estaban a la orden del día.
Y todo apunta a que la desaparición de sus hijos es un rapto producto de esas viejas rencillas pendientes con sus antiguos jefes.
El caso es que este personaje recibe una llamada donde le piden un rescate por sus dos hijos, un rescate de 150 mil euros que tiene que entregar en un lapso de 36 horas y aquí es donde el guion, escrito por Francesca Marciano y Luca Infascelli se quebranta y descontrola. Lo que comenzó con fuerza, se debilita poco a poco con situaciones raras y nada creíbles que llega un momento en que uno dice… “¿Realmente así van las cosas?”.
Lo sólido de las actuaciones son realmente lo fuerte de “Desaparecidos en la noche”, una adaptación de la cinta española llamada “Séptimo” (2013) de Patxi Amezcua.
Al final del filme me quedé entre azul y buenas noches, simplemente no me la creí.
En una escala de 5 al 10, “Desaparecidos en la noche” logra un 7 y sólo por la estupenda actuación de ese actor italiano llamado Riccardo Scamarcio, porque todo lo demás, me pasó de noche.
Está en Netflix.