5 “Para uno que madruga, hay otro que no se duerme”, dice el refrán. El 11 de septiembre, a las 05:52 horas, menos de dos horas después de que el Senado de la República aprobara la Reforma Judicial y la turnara a los estados para su ratificación, el Congreso de Oaxaca la votó y aprobó por unanimidad. Ese congreso tiene una mayoría de diputados afines a la 4T, así que era previsible la tendencia. Lo sorprendente es que el aval unánime incluyó a por lo menos tres diputados locales del PRI, tres del PRD, y una del PAN. El apurado insomnio oaxaqueño podría sumar al menos siete “traiciones” a los rastrojos de la coalición opositora y a la satrapía judicial de la ministra Piña. Sin embargo creo que debe verse desde otra perspectiva. Al margen de que todos hayan tomado una decisión meditada o espontánea, con o sin argumentos y con o sin presiones, también evidencian la descomposición en los liderazgos en el PRI y en el PAN, y la obvia inexistencia en el PRD. De nuevo los partidos de oposición reciben un mensaje potente, ya no desde el electorado mexicano, ahora también desde sus propias filas. Siguen distraídos enfrentando a un régimen, a una nueva realidad política y social, y se resisten a atender su osteoporosis ideológica. La próxima caída no se resolverá ni con prótesis libertarias.
4 El gobierno de don Andrés Manuel ha escandalizado a la oposición. Lo acusan de polarizar, enfrentar, difamar, y de todo aquello que en manos de la oposición se convierte milagrosamente en una virtud democrática. La verdad es que este gobierno ha sido extremadamente cauteloso, exagerado en cuidar lo políticamente correcto al extremo de no aplicar la ley. El triunfo de don Andrés en el 2018 hizo creer a muchos de sus electores que desencadenaría una verdadera limpia de corruptos tanto en el gobierno como en partidos políticos, instituciones oficiales y organizaciones civiles. Decepcionó, porque los grandes casos de corrupción siguen en veremos o de plano sonando trompetillas desde la impunidad. Hasta algunos han renovado esa impunidad amparados por fueros legislativos o por la complicidad del Poder Judicial. Fue astuto el presidente al dejar que los ánimos caldeados estallaran desde el campo de batalla de sus adversarios. Pero esto debe tener límites, y esos límites fueron rebasados por los violentos porros de la ministra Piña en las sedes del Poder Legislativo. Esas acciones, más las que se acumulen, no son muestras de la libertad de expresión y manifestación. El porrismo judicial, apoyado por activistas partidistas, y amparado por legisladores federales de oposición, no fue un ejercicio de libertad sino un desplante golpista. El difunto Francisco I. Madero se negó a reconocer las señales… ¿Aprobada la Reforma Judicial se acabó la amenaza? Yo lo dudo.
3 La aprobación de la Reforma Judicial en los estados, e incluso su publicación en el Periódico Oficial de la Federación, es un paso no un triunfo. La emperatriz de los legajos empolvados, la ministra Piña, se apuró a nombrar una veintena de jueces de su cuño: más contingentes paristas. La JUFED, ese club de jueces y magistrados federales, y el PAN, anuncian cascadas de amparos y recursos ante juzgados, Suprema Corte, instancias internacionales y, en un descuido, ante Dios Padre y la “morenita del Tepeyac”. Los “derechos humanos” agredidos son alguno de sus argumentos, aunque no dicen algo de los derechos humanos de miles de “presuntos” que acumulan años en la cárcel sin juicio, ni los derechos de las víctimas de los delincuentes que han liberado o mandado a cumplir su “condena” en la comodidad de sus hogares. Los medios convencionales publicitan ampliamente las posturas contra la reforma de políticos y gremios empresariales. Incluso conductores de noticieros, envalentonados por su rating y/o simpatía, se atreven a calificar negativamente la reforma. Nunca, como ahora, los conductores de noticias no alcanzan la calidad de periodistas, con frecuencia ni de reporteros. Lectores de noticias no más, y a lo sumo excelentes publicistas de pollo asado, parques de diversiones, festivales con patrocinio oficial, eventos musicales y clínicas que curan las hemorroides. La Reforma Judicial, aún aprobada por verdaderos representantes populares, no complace a las élites económicas nacionales e internacionales. No dejarán de patrocinar a la anémica oposición en tanto no calibren la fortaleza del gobierno de Claudia Sheinbaum y evalúen sus posibilidades de seguir enriqueciéndose.
2 El Partido Acción Nacional anunció que expulsará de sus filas a los Yunes, y a la solitaria diputada local panista que, en el Congreso de Oaxaca, votó a favor de la Reforma Judicial. Era de esperarse esa reacción y, hasta este momento, no sé si defenestrado Alito Moreno hará o pueda hacer lo mismo contra legisladores priistas. Es ilustrativo que el PAN castigue así. Eso significa que los legisladores federales y locales deben subordinarse a las órdenes de la dirigencia panista, una entidad externa a los poderes del estado. Es decir, no legislan, obedecen. Sólo están en sus curules para hacer bulto y número, no para representar y ejecutar la voluntad de los electores. Con la ventaja de que alguna legisladora panista, además, hace amenas las sesiones legislativas con estridencia e insultos. Pero lo que debe preocuparnos, como electores, es que la línea y el castigo desde el liderazgo panista también está subordinada a las órdenes de un civil, representante de empresarios y patrocinado por un gobierno extranjero: Claudio X González. No se trata de coincidencia sino de sumisión. No entiendo por qué los panistas insisten en prolongar la incompetente dirigencia de Marko Cortés a través de adláteres inútiles y cuestionables. De seguir esa ruta, sólo endurecerán su posición más afín a la derecha internacional que a la voluntad del pueblo. Su lucha hoy contra la Reforma Judicial, y luego contra cualquier otra iniciativa, intenta aquí sí demoler a la democracia. ¿La alianza de la 4T también obedece línea? Seguramente sí, pero al menos tienen el pretexto de representar la voluntad de una enorme mayoría de electores y una contundente cosecha de distritos.
1 Una nota cómica destaca entre los dramones que desencadena la alergia derechista a la Reforma Judicial. El ahora prácticamente espurio líder nacional del PRI rechaza la decisión del INE que invalida las chicanadas en que incurrió para reelegirse y secuestrar ese partido. El presunto líder de facto habla de “legitimidad”, con la misma suficiencia falaz que los jueces, magistrados y ministros hablan de “autonomía”. El tenebroso “Alito” anunció que recurrirá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para darle el portazo jurídico al INE. No dice si lo hará a través de un recurso legal o de una discreta cena con los magistrados que le organice su amiguísima ministra Norma Piña. Lo que se ve venir es que, en caso de que el TEPJF resuelva en su contra, quedarían colgando de hilachas no sólo los cambios estatutarios, también las resoluciones tomadas bajo su liderazgo. Supongo que la Asamblea Nacional tendría que reponer todo el proceso que, aunque confirme todo lo que impuso la dictadura priista de Alito, no validaría actos de su liderazgo de julio a la fecha. La Asamblea Nacional del PRI tampoco podría reponer el proceso con validez retroactiva, porque incurriría en la misma violación a la Ley General de Partidos Políticos. Me pregunto si en estas circunstancias valen las expulsiones y amenazas de Alito contra la militancia priista rebelde. Y me pregunto si la verdadera militancia priista dejará pasar este “inconveniente” jurídico sin proceder contra el evidente secuestro de ese partido.
0 Estaba yo viendo un noticiero en TV cuando caigo en la cuenta que renacen con nueva fuerza las artes místicas del Bardo de Salon de Provence, Miguel de Nostradamus. Un grupo de representantes de la empresa nuevoleonesa profetizan la huida de las inversiones de Nuevo León y de México. Todo a causa, ¡cómo no!, de la Reforma Judicial. Uno de ellos da incluso una razón contundente. Dice que todo es porque a los inversionistas estadounidenses no les gusta esa reforma. ¡Qué pena! Supongo que sí les gustaría si incluimos en la reforma moñitos, listones y estrellitas de lentejuelas con los colores de la bandera de Estados Unidos. Esta opinión empresarial es la misma que discurre en otros medios y que vaticina el desplome fatal de la economía mexicana, la devaluación imparable de la moneda, el hambre y la pobreza enseñoreándose del país. Sin embargo, en algún momento, un fulano de esos matiza. Dice, o más bien advierte, que todo depende de cómo aplique el nuevo gobierno esos “cambios”. Queda claro que todo este circo mediático de la reforma y la “dictadura” nace más de la incertidumbre de quienes estaban acostumbrados a imponer sus condiciones con el apoyo del Poder Judicial. La presión no es contra don Andrés. Tramposos como siempre, quieren domar a Claudia Sheinbaum antes de enfrentarla. La cobardía de la oposición está más que reconocida. Ahora nos toca confirmar la entereza de la doctora Sheinbaum frente a esta pandilla de… ¿bellacos?