Sin duda vivimos en un país donde no pasa nada, a pesar de que pasa todo. Es cierto que el problema del padecimiento es culpa del enfermo porque el importa-madrismo, apatía e idiosincrasia se nos da silvestre, sin siquiera regarla qué le vamos a hacer
Ayer, un compungido amigo denuncia a un pelafustán chafirete de un taxi opera sin que funcione el obligado taxímetro -como existen muchos- cobrando lo que se le venga en gana. Hace unos días, el “honesto” funcionario tesorero de un poblado michoacano dice: “me voy sonriendo” luego que el alcalde lo obligara a renunciar por haberse publicado el negro historial de este patán en Estados Unidos con delitos nada leves, tratante de personas, prostitución infantil, secuestro, misteriosamente fue deportado por solicitud de autoridades mexicanas quedando pendiente el total cumplimiento de la sentencia ¿y qué cree?, se le expidió una carta de NO antecedentes penales, que ya ve aquí, se maneja con absoluta discreción como moneda de cambio, si guardas amistad con los gobernícolas, no hay problema, si no, cadena perpetua.
En Nuevo León, pretensos aspirantes a manejar la Fiscalía General de Justicia fueron rechazados porque la Secretaría de Seguridad Pública, encargada de extender las cartas a solicitud, decidió no hacerlo por ordenes de los únicos tres personajes que pueden: Gerardo Escamilla secretario, Javier Navarro de la General de Gobierno o el mismo mentiroso gobernador. ¿Qué sucedió, preguntaría usted…? Nada
Hace unos días imponiendo la plenipotenciaria autoridad que colita de caballo otorgó a Omar García Harfuch señaló, investigó y detuvo a la plana mayor del ayuntamiento de Amanalco en el Estado de México del “incorruptible” partido morena, encabezado por su alcaldesa María Elena Martínez y tres de sus secretarios para presentarlos ante un juez de control. Es la excepción de la regla, porque de las demás denuncias, como el dinero de Camelia la texana… nunca más se supo nada
Podríamos pasar horas gastando kilómetros de papel y mares de tinta escribiendo las atrocidades de toda la gavilla de canallas funcionarios que han amasado fortunas insultantes, desde el modesto abre-puertas o el corre, ve y dile, hasta los presidentes de la república pasando por gobernadores y mandos medios. ¿Qué ha sucedido? Nadita de nada
Las inconmensurables fortunas de Alito Moreno, Ricardo Monreal y su carnalito David, Cuauhtémoc Blanco, Rocío Nahle, Manuel Bartlett, Ignacio Ovalle y Leonel Cota Montaño genios de la estafa maestra en SEGALMEX, los generales grotescamente millonarios encabezados por Luis Crescencio Sandoval rematando por el presidente que vivía con unos cuantos pesos en la cartera y que no requería soldados que lo cuidaran -aunque siempre sí-los gobernadores como Samuel García que hasta que no demuestre su inocencia, será señalado como el más corrupto de la historia de Nuevo León. ¿Qué ha sucedido?
¡Absolutamente NADA!
La justicia tiene dos caras, la expedita, rauda, veloz y pronta, por otro lado la que hemos relatado donde pasa una eternidad porque existe la pasividad, modorra, tranquilidad y despiste pudiendo vivir varias vidas y no veríamos que llegue e imponga su sentencia, como el caso de los mafiosos como JGL y el Mayo Zambada, tuvo que ser una autoridad de otro país quien juzgara y mantuviera bajo la sombra por tantos delitos cometidos, porque aquí, jamás se supo dónde vivían, bailaban, delinquían o celebraban en sus aquelarres de fantasía.
¿No podríamos tener una autoridad que salga de ese patrón delictivo de conducta que no esté contaminada con esa trágica enfermedad?, porque de que existen mexicanos buenos no hay duda, como también extranjeros malos, el problema es saber dónde andan