Personal de la oficina de la Dirección Jurídica del gobierno de Tamaulipas, preparan majestuosa posada de despedida, a la titular de ese cargo, la licenciada Atanasia Contreras López. La famosa abogada, se irá a disputar un cargo en la elección de jueces y magistrados que se generó, por la aprobación de la Reforma Judicial, impulsada en los tiempos del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Para ello, deberá inscribirse en una lista que será aprobada por un comité de evaluación.
Hay sentimientos encontrados, por la decisión de la popular Tacha.
Sus achichincles, ven la oportunidad de seguir en la ubre presupuestaria.
La aplauden.
Sus detractores, lo ven saludable toda vez que el gobernador evitará ser arrastrado por los errores jurídicos de Atanasia, que han puesto en grave predicamento a la administración estatal.
Ellos, la felicitan.
Es más: se sumarán jubilosamente a la posada de despedida.
Es muy probable que Tacha tenga escasas credenciales, para operar como jueza o magistrada. Su vida, como profesional del derecho no se ha desarrollado en el ámbito de juzgadora en el amplio sentido; su carrera y fama, la ha hecho en la rama del derecho electoral, en lo cual se dice experta.
No importa.
Su récord la recomienda: cero aciertos, decenas de pifias.
Va invicta.
Lo que se dice sin una sola victoria que la respalde.
Intentó poner tras las rejas a Francisco García Cabeza de Vaca; no pudo.
Quiso, evitar que el diputado local, Ismael García Cabeza de Vaca tomara protesta como legislador, no lo logró.
Le hizo la lucha a tumbar al fiscal General del Estado, Irving Barrios, resultó infructuoso el intento.
Pretendió quitarle la COMAPA a Reynosa y a Makyito Peña Ortiz, para meterle mano el millonario presupuesto de la dependencia y nomás no pudo.
(Por el mismo camino va la COMAPA de Matamoros. Ya el alcalde Beto Granados dio a conocer que defenderá la empresa, para que permanezca bajo la férula del Ayuntamiento).
Si va a la elección de jueces es muy probable que gane.
La maquinaría de MORENA sigue operando con su inercia triunfal.
Será jueza, por la bendición de López Obrador –padre de la Reforma Judicial– y por la generosidad del electorado tamaulipeco.
Y la tolerancia de sus padrinos.
Qué bueno que sea electa, doña Tacha.
Bravo por los que la promueven.
Falta de ambición: la hubieran postulado para ministra.
Total: donde quiera que esté, va a hacer menos daño que donde ahora está.