Donald Trump anda desatado. Su arrogancia e inmensa fortuna lo hace levantarse todos los días con alguna ocurrencia para comprarla o hacerse de ella, como cuando soñó que le agradaría conseguir una presidencia y lo logró.
Hoy amaneció con las feromonas de joder a los vecinos de arriba y de abajo y presuntuoso afirma que le quitó el apoyo a Justin Trudeau y por ese motivo, en unos días el primer ministro canadiense se irá a su casa sin empleo tal vez porque no hizo caso a la oferta de convertir a Canadá en el Estado americano número 51
También se le ocurrió echar metralla a la señora presidente mexicana y al Partido de su creador acusando a la 4T que desde que llegaron, los cárteles de la droga son los que realmente manejan este país y yo le podría contestar, a la primera mentira, lo abofeteamos. Luego, se le antojó comprar un Golfo y le gustó el de México y en su diarrea verbal aunque él no tenga mañanera, amenazó cambiarle de nombre y colita cayó en la provocación sin saber que son organismos como la ONU los que tendrían que analizar, consultar y exigir factores, motivos y causales para dar entrada a la locochona solicitud y no son sus diputados y senadores los que tendrían la personalidad y capacidad para enfrentar ese monumental capricho
Después aventó la diatriba de hacer enojar a los ciudadanos de Groenlandia que los quiere comprar porque es un punto estratégico bélico teniendo que salir a rechazarle cantándole la canción “Falsaria”: ¿con que te vendes eh?, noticia grata. ¡Ah, que Donald tan llevadito!
Pero como dijera Raúl Velasco…Aún hay más, ¿Estás oyendo Panamá? Le dijo al mundo que está pensando enviar acción militar al canal para apropiarse otra vez de su control porque los impuestos que cobran a barcos americanos son elevados
Total que en unos cuantos días puso el cascabel al gato haciendo un coctel mortífero donde no dejó títere con cabeza, muy al estilo de los dictadores y aprendices como Maduro, Castro, Daniel Ortega, Hugo Chávez sin dejar de mencionar a López Obrador que aunque no tiene el título en la materia, en nuestro país se sufre como algo peor
Confieso que Donald Trump me cae cotorro tal vez porque estoy en la plaza de toros, pero en las gradas y hasta ahorita me divierte, quién sabe cuando pasen la cuenta de los daños; lo que no puedo decir del cocodrilo que me causan agruras todas la tropelías y excesos desde las memorables e irrepetibles del “tengo otros datos” y la cereza del pastel, “no me salgan conque la ley, es la ley”
Me aterra pensar que Claudia niña de mis ojos, no tiene la capacidad ni experiencia para enfrentar los misiles que divertido, le manda el loquito americano que aparte de arrogante, prepotente, belicoso y patán, es misógino y eso, colita de caballo debería estar pero bien convencida, porque ella no está ahí por un accidente, está por la gran capacidad, alquimia y extraordinario talento de López para hacer lo que le pega la gana…y la hambruna ayuntada con la displicencia de los mexicanos que dijeron, ta bien, con tal de que no dejen de llegar los apoyos
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