La estructura cultural del estado sigue hundiéndose. Y parece, nadie puede evitar el naufragio. Héctor Romero Lecanda el responsable de la parálisis en el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA) sigue soñando con los grandes logros que obtuvo en la CDMX, pero no puede con el paquete que le encomendó el gobernador, Américo Villarreal en el estado.
No ha nombrado a los directores que despidió, toda vez que sus íntimos son oriundos de la ciudad de México y por razones económicas no les satisface la oferta salarial que le ofrece. Y los que eligió todavía no les da el cargo oficialmente.
Cada mes pide a los directores una agenda de actividades. Sobre todo a los responsables de los espacios culturales. Con la salvedad, de que los eventos que requieren presupuesto…
…deben gestionarlo ellos mismos.
Según Romero Lecanda, no hay dinero.
En consecuencia: los manda a solicitar fondos a la Iniciativa Privada y otros patrocinadores.
Hace unas semanas, el Centro Cultural Tamaulipas y el Teatro Castillo Ledón cumplió 38 años de inaugurado. A Héctor sólo le alcanzó para festejarlo con un videíto que subió a las redes sociales. No le alcanzó para desarrollar ni una sola actividad para festejar como se debe la construcción de ese inmueble que fue considerado en sus inicios como uno de los mejores espacios teatrales de Latinoamérica y en México equipararse al teatro de Bellas Artes.
Esa obra, impulsada por el gobernador Emilio Martínez Manautou sigue destruyéndose por el olvido en que lo tienen las autoridades del ITCA.
Los amiguitos que se está trayendo de la CDMX, como él, desconocen las dinámicas culturales de la entidad. Es decir: le ayudan a acelerar el desastre que el empezó desde el primer día en que asumió su tarea en Tamaulipas.
Dicen, no me consta, que gasta su tiempo, laboral, fundamentalmente en aplicaciones como Grindr (¿?). No interesan las preferencias de Romero Lecanda; pero cuando éstas interfieren en el desempeño de su labor como gestor y promotor de la cultura, él mismo las lleva al interés y el escrutinio públicos.
La barredora de Américo ha llegado a varias secretarías.
Sería prudente que se hiciera una evaluación objetiva de los avances y retrocesos en la cosa cultural. Si ha hecho lo deseado; o si nos queda a deber a los tamaulipecos.
¿Quién recomendó al susodicho?
No se sabe.
Ahorita debe estar apenado,
En la página del ITCA publicita muchas reuniones con sus subalternos.
Pero nada de planes. Nada de actividades. Esas convocatorias son una especie de clases de cultura que Héctor pretende dar a sus colaboradores.
El Festival de las Huastecas, desapareció.
Quizá porque se achilangó, esas expresiones culturales le parecen menores. Sólo que los eventos de alta cultura que le gustan, tampoco se han visto.
Debería actuar el gobernador. Antes de que Romero Lecanda, convierta el ITCA, en una monumental jaula de las locas…
…con una variante: sin talento.