Con mi gran amigo Pedro Pablo Treviño del Bosque que ya nos espera en la pasta grande, me fascinaba platicar largo sobre todo, cuando le acompañaba con frecuencia al rancho La Luna en el Estado de Durango, porque entre obligado sorbo de café le escuchaba anécdotas, algunas verídicas otras no tanto, todas aderezadas con humor, ingenio y picardía.
Recuerdo bien, refiriéndose a un chavo mal agradecido al que había ayudado en sus inicios, lo calificaba como “trepador social” porque de ser modesto joven hijo de abogado medio pelo, se convertiría en deshonesto hombre millonario de presente promisorio
El nombre, poca utilidad tiene recordarlo, pero sí es referencia y punto de partida, porque hoy el epíteto se ajusta totalmente a otro joven que de ser muchacho bullanguero, ordinario, egresado de escuela de gobierno, de familia con más ilusiones y pretensiones de vivir en la exclusiva colonia del valle ya que siempre fue vecino del Contry donde jugó futbol americano con las Águilas de mucha raigambre citadina. No pretendo ser peyorativo, sólo que no presumas eructar pollo cuando ingeriste frijoles
Samuel, por más que intento encontrarle sus virtudes, me doy cuenta que las tiene celosamente maquilladas, porque estar joven y casado con una joven atractiva no es producto de su esfuerzo, como sí, su imagen de rebelde bravucón, pendenciero extrovertido que obcecadamente se afana en presentar, es resultado de su empeño lográndolo con creces, más allá del pésimo prestigio en el terreno de la honestidad, ya no hablemos de la honorabilidad
Llama el badulaque en sus redes sociales “mugrientos” a los manifestantes sufridos que protestan por la desmesurada alza en tarifas de transporte, olvidando que cuando llegó como diputado y después senador, incitaba a los mimos ciudadanos NO aceptaran el incremento de ¡UN PESO! por considerar que era demasiado por lo ofrecido por el gobierno de Jaime Rodríguez Calderón, argumentando de los camioneros las largas filas para abordar, unidades obsoletas y sin vidrios, escasas, contaminantes y mal distribuidas
A esos mismos ciudadanos que el bisoño gobernante incitaba a revelarse y levantarse en armas contra el gobierno estatal, es el mismo que ahora desdeña diciéndoles “mugrientos” muy probablemente porque no respiran el aire exclusivo del municipio de San Pedro y obvio no tienen un TESLA eléctrico ni son compadres de Elon Musk
Esa marcada diferencia en la formación y manifestación de Samuel con el del político tradicional es genuina y mayúscula, porque ningún otro se hubiera atrevido a mostrar presumiendo su lujosa mansión y exclusivos autos millonarios para causar exacerbada irritación del ciudadano común, al contrario, tratar de pasar desapercibidos siempre había sido sello distintivo, mucho menos atrever a referirse a Juan pueblo de manera insultante por no pertenecer a la casta divina donde gozan estar los trepadores sociales
Es por demás y tiempo perdido, Samuel es un pobre diablo que lo único que tiene es dinero, no hablemos de la limpieza y honesta forma de la que llegaron los recursos, pero los ilusos como este reportero no nos queda más que repetir…hay un dios que todo lo ve y todo lo juzga y pedimos a ese mismo ser, no permita que se quede sin rendir cuentas ante el justiciero divino