Joseph Robinette Biden Jr. , Joe Biden, pasará el lunes a la historia como el presidente número 46 de los Estados Unidos, sin mayor impacto que hiciera memorable su desempeño. Si acaso, podría mencionarse la retirada de las tropas de Irak una vez colgado Saddam Hussein El-Tikrit, tras una guerra innecesaria y mentirosa, como son todas las guerras.
Cierto, fue hace 52 años el más joven senador de su país, y fue reelecto seis veces al cargo, sin que esto genere mayor trascendencia. Fue un disciplinado vicepresidente con Obama y hace un año por estas fechas todavía coqueteaba con la idea de buscar su reelección frente a Donald Trump, a quién había vencido en 2020. Su círculo más estrecho le convenció de la improcedencia de la idea, señalándole el deterioro de su condición física y las graves sospechas del de su salud mental. Los programas de sátira política de la televisión gringa hacen burla frecuente de su andar desgarbado de lentos pasitos y de su discurso disperso. Se le va el avión, vamos. El retraso en pasar los trastos a Kamala Harris pueden considerarse causal del fracaso de la demócrata ante el pelipintado, pero fue la única.
Biden leyó esta semana su discurso de despedida y denunció, de manera tímida el arribo de una oligarquía sin atreverse a ponerle nombre.
El núcleo de su mensaje es: “Hoy está tomando forma en Estados Unidos una oligarquía de extrema riqueza, poder e influencia que realmente amenaza a toda nuestra democracia, nuestros derechos básicos y nuestra libertad”. Dejando a un lado que en México oligarquía equivale a plutocracia, la denuncia anónima podría aplicarse a nuestro país, cuya democracia está en real y evidente proceso de extinción. En su caso, Biden acusó a las redes sociales de integrar esa oligarquía -léase Elon Musk y Jack Zuckberger- con sus servicios que distorsionan la información.
Dícese de las aves, pero particularmente del cisne, que sabedores de su muerte emiten un graznido dramático, llamado canto del cisne. Ya lo escuchamos. Los mexicanos, y todo el mundo, estamos más atentos a los aletazos del halcón que rendirá protesta en Washington al mediodía del lunes.
PARA LA MAÑANERA DEL PUEBLO (porque no se puede entrar sin tapabocas): Tanto el llamado Plan México como las recientes convocatorias de la señora Presidente a cordura y diálogo, igualmente en el país y con el vecino de arriba, han despertado simpatías. Eso no existió durante el sexenio de Lopitos en que predominó el pleito y la división. A partir del lunes sabremos más.